Podemos desafía a Carmena al prescindir de los seis ediles rebeldes
Los seis concejales de Podemos, encabezados por Rita Maestre, que forman parte del equipo de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y que renunciaron el lunes a presentarse a las primarias del partido tienen pie y medio fuera de la formación morada. El secretario general de Podemos Ciudad de Madrid, el ex-Jemad Julio Rodríguez, y el secretario regional, Ramón Espinar, les han aplicado los estatutos y los mantienen suspendidos de militancia. Pero su expulsión se da por segura si, como es su intención y la de la actual alcaldesa, concurren a las elecciones en la lista de confluencia sin pasar por el proceso de elección interna. Los estatutos prevén que si algún miembro de Podemos concurre en una confluencia de la que el partido forme parte debe someterse a la disciplina de unas primarias.
La discrepancia nace de la desconfianza de los seis concejales de Podemos con los que la alcaldesa mantiene una relación más próxima, que temían quedar relegados en la lista de primarias. Aunque, según fuentes próximas a ellos, Julio Rodríguez les había dado su palabra de que ocuparían puestos de salida, el fin de semana circuló una supuesta lista donde dos de ellos quedaban teóricamente relegados. Aunque nadie ha probado la veracidad de esa segunda lista, lo cierto es que los concejales afectados la dieron por buena y decidieron renunciar a presentarse como medida de presión ante la dirección madrileña de la formación. Con el comodín de que Carmena, que ya ha expresado su simpatía por los seis, los repescaría en la negociación posterior de la confluencia con Podemos e Izquierda Unida.
Sin embargo, y aunque en primer término el propio secretario de organización del partido morado, Pablo Echenique, aseguró que Podemos no tomaría represalias, lo cierto es que, en aplicación de los estatutos, esta eventualidad (concurrir junto a Podemos siendo parte de la formación pero sin someterse al dictamen de las bapués ses) supone la expulsión, y así se prevé aplicar, en parte también para no incentivar a otros cargos de Podemos a integrarse en plataformas sin someter su nombre a las bases.
Podemos pierde con ello uno de sus rostros más conocidos del sector errejonista madrileño, el de Rita Maestre, actual portavoz del Ayuntamiento de Madrid, así como el de varios ediles relevantes, como el de Urbanismo, José Manuel Calvo, o el último responsable de la hacienda local, Jorge García Castaño, que asumió al cargo des- de que Carmena obligase a dimitir al concejal responsable de la drástica reducción de la deuda municipal, Carlos Sánchez Mato, de IU, por discrepar del pacto que la regidora había alcanzado con el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Esta crisis es la expresión, por una parte, del pulso que Manuela Carmena mantiene con la dirección de Podemos por controlar por completo la lista que encabezará en las municipales –que debería ser compartida tanto por Podemos como por IU–, y por otra, de la distante relación que pervive entre destacados miembros del sector errejonista de Podemos, entre ellos Rita Maestre, con las direcciones local y regional de Podemos, controladas por el sector oficialista, afín al secretario general, Pablo Iglesias, que se impuso con holgura en las primarias celebradas en el 2016, medio año antes del congreso de Vistalegre 2.
La crisis es la expresión del pulso de la alcaldesa con la formación morada por el control de la lista electoral