Italia rechaza plegarse a las exigencias de Bruselas
Roma no modifica los pilares básicos de sus presupuestos
Italia no cede ante las exigencias de Bruselas y rechaza modificar los pilares básicos de sus presupuestos que tanto han disgustado a la Comisión Europea (CE). El 23 de octubre, por primera vez este organismo rechazaba unas cuentas comunitarias y requería al Gobierno de Giuseppe Conte que presentase un nuevo borrador. Roma tenía hasta ayer para enviarlo, pero después de un encendido debate político, optaba a última hora por seguir el pulso.
Después de un nocturno consejo de ministros in extremis, el Gobierno italiano ratificó por carta a la CE que mantiene su objetivo de déficit al 2,4% y la previsión de crecimiento al 1,5%, explicó el viceprimer ministro Luigi di Maio a la salida. “Es nuestra convicción que estos presupuestos son los que necesita el país para repartir. Nos comprometemos a mantener el 2,4%, pero todas las medidas van adelante”, dijo. Según fuentes de la Liga indicaron a los medios italianos, la respuesta del Gobierno incluye novedades como cláusulas de salvaguardia para evitar que el déficit supere el 2,4%.
En estos últimos días, el ministro de Economía, Giovanni Tria, se había visto muy presionado por los poderes institucionales italianos para cambiar alguno de los puntos polémicos de las cuentas. Había alertas del Quirinal, de los mercados, de Banca d’Italia, e incluso del Ministerio de Exteriores. Pero los líderes políticos del Gobierno, Di Maio (Movimiento 5 Estrellas) y Matteo Salvini (Liga), se han cerrado en bando.
Las últimas negociaciones se centraron en reducir las expectativas de crecimiento del 1,5%, como prevén las cuentas italianas, al 1,2% que calcula la UE. Tria aclaraba ayer que esto no iba a suceder. “No se negocia, porque es el resultado de una evaluación extremadamente técnica”, anunciaba. El Fondo Monetario Internacional se reafirmó también pesimista y publicó que Italia sólo crecería un 1% en el 2020.
Al mantenerse en sus trece, Roma se expone a la apertura de un procedimiento por déficit excesivo que podría llevar a sanciones correspondientes al 0,2% del PIB.
El Ministerio de Economía opta por no rebajar sus expectativas de crecimiento del 1,5%