Una necesidad del siglo XXI: crear comunidad
Las grandes urbes apuestan por incorporar soluciones tecnológicas que facilitan el día a día y fomentan la participación y el intercambio entre la ciudadanía
Una de las características de las
ciudades smart es que fomentan la comunidad, ya sea a través de plataformas colaborativas u otras formas de participación. "Permiten crear comunidades específicas para hacer todo tipo de actividades, reuniones, convocatorias cívicas, o para realizar consultas al ciudadano, con lo que se crea un sentimiento de pertinencia a la ciudad. No debemos olvidar que las ciudades son comunidades", destaca el sociólogo Bruno Garcés. Y es a través de intervenciones urbanas como se busca crear espacios para fomentar el encuentro de ciudadanos. "Ahora que todos estamos conectados virtualmente y aislados con nuestros móviles, las ciudades trabajan para fomentar el encuentro y promover la comunicación cara a cara. Se busca que las ciudades sean ágoras, que nos permitan co- municarnos, enriquecernos, conectarnos unos con otros a muchos niveles y que nos faciliten el día a día, la vida", añade Lola Ripollés, quien considera que "por encima de los países y las naciones, las ciudades son las que van a tener poder de atracción. Vamos a vivir cada vez más en ciudades, que son los grandes centros de tendencias, formación, cultura, trabajo, ocio... Son un foro atractivo donde la gente quiere estar".
Las cifras lo corroboran. Si actualmente el 50% de la población mundial (3.500 millones de personas) vive en ciudades, se prevé que en 2030 la cifra aumente a 5.000 millones. No obstante, Garcés puntualiza: "La gente quiere vivir en las ciudades, pero cuando están en ellas lo que busca es que éstas sean lo más humanas posible, con toda la tecnología necesaria, pero que el foco esté en las personas. Al final habrá mucha inteligencia artificial, pero el bienestar de la persona es clave".