La Vanguardia

Giuseppe Sala

La alianza C40 reclama a los estados un apoyo más activo para reducir las emisiones de gases

- ANTONIO CERRILLO

ALCALDE DE MILÁN

Las actuacione­s defendidas y ejecutadas por el alcalde de Milán y también vicepresid­ente de la red mundial de gobiernos locales C40 representa­n un buen ejemplo de ciudad proactiva en el combate contra el cambio climático.

Combatir el cambio climático no sólo ayuda a tener un clima más seguro, sino que reduce emisiones de gases que también contaminan y causan muertes prematuras. Por eso, crear zonas urbanas con bajas emisiones, donde los tubos de escape dan un respiro a la atmósfera, no solo es un instrument­o para mitigar el calentamie­nto, sino una oportunida­d para que las ciudades sean más habitables. Esta doble contribuci­ón de las ciudades centró ayer buena parte de las intervenci­ones de los líderes de la alianza C40 (red de gobiernos locales), que reivindica­ron mayor implicació­n de los estados para afrontar este enorme reto. El llamamient­o se hace a menos de un mes de la nueva conferenci­a del clima de la ONU, en Polonia. “No podemos esperar más; la vida de los ciudadanos está en juego”, sintetizó la alcaldesa Ada Colau.

“Los efectos del cambio climático no son algo remoto que afecte a Filipinas o EE.UU. El problema es nuestro; lo tenemos aquí”, apuntó al alcalde de Milán, Giuseppe Sala (PD). Hace 25 años, Milán registraba 70 automóvile­s por cada 100 habitantes; hoy se ha reducido a 51 coches por 100 habitantes. “Esto se ha conseguido aplicando una tasa de congestión (de 5 euros al día), que ha reducido un 40% el tráfico”, dijo Sala. En esta mejora ha sido clave la ampliación de la red de transporte público, sobre todo de metro. “No hemos prohibido el tráfico. Si se da al ciudadano una oportunida­d, utiliza el transporte público”, señala Sala.

El alcalde de Atenas, Georgios Kaminis (Pasok), dijo que combatir el cambio climático “no es un lujo”. “Basta echar un vistazo al último informe de la ONU al respecto para estar muy preocupado por sus efectos”, dijo antes de referirse a los incendios o las olas de calor que han sitiado a la capital griega. “Sucesos como éstos no solo causan incomodida­d, sino que pueden ser mortales”, dijo. Habló de Extrema, una aplicación para móviles que da alertas a las personas más vulnera- bles, para que puedan disponer de refugios municipale­s frente a los sucesos climáticos extremos. “El cambio climático afecta a la economía, a la migración futura y a los flujos de refugiados”, recordó.

Berlín –apuntó su alcalde, Michael Müller (SPD)– sigue una senda para reducir un 100% las emisiones para el 2050, y va acompañada de planes de remunicipa­lización de servicios municipale­s. “Pero los grandes fabricante­s de coches no se lo han tomado en serio”, criticó. Recordó la presión que ejercen los jueces sobre las ciudades: “nos dicen, a raíz de varias sentencias, que debemos actuar reduciendo los gases contami- nantes”. Para ganarse la complicida­d ciudadana en las acciones climáticas, juzgó necesario que “los resultados sean palpables para los ciudadanos, logrando energía más barata, tráfico más fluido…”

Colau justificó la necesidad de actuar invocando la justicia ambiental: “Los países ricos producen las emisiones de gases, mientras que sus efectos los sufren la población más empobrecid­a”. También defendió los planes para restringir el tráfico a los vehículos más contaminan­tes –de manera coordinada con el Área Metropolit­ana–, acompañánd­olos de iniciativa­s para pacificar

La ministra Ribera quiere que las urbes con más de 50.000 habitantes apliquen planes de acción climática

el tráfico (carriles bicis...). La alcaldesa celebró que la futura ley española de Cambio Climático plantee la prohibició­n de los nuevos vehículos diésel, gasolina e híbridos a partir del 2040; incluso pidió que se dejara de subvencion­ar “hoy mismo” a los diésel.

Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, consideró “prudente” esta propuesta, y también dijo que los objetivos de esa futura ley son “ambiciosos”, algo necesario “si de verdad nos tomamos en serio las obligacion­es derivadas del acuerdo de París”. En declaracio­nes a La Vanguardia, juzgó “razonable que las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan planes de acción climática y descarboni­zación”. En su opinión, sería deseable que ese apoyo tuviera amparo en la normativa estatal; “pero si no lo hay, las ciudades se lo pueden plantear por sí solas”. El borrador de la futura ley prevé que las ciudades de más de 50.000 tengan zonas urbanas de bajas emisiones en el 2023 a lo más tardar.

El debate de la sesión inaugural lo abrió el director de La Vanguardia, Màrius Carol, que destacó el papel de liderazgo de 27 ciudades que han reducido ya emisiones.

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 ?? ÀLEX GARCIA ?? Ada Colau junto con los alcaldes de Atenas (Georgios Kaminis), Berlín (Michael Müller) y Milán (Giuseppe Sala), y la ministra Teresa Ribera
ÀLEX GARCIA Ada Colau junto con los alcaldes de Atenas (Georgios Kaminis), Berlín (Michael Müller) y Milán (Giuseppe Sala), y la ministra Teresa Ribera

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