Revolución verde
“Somos aliados históricos y lo seguiremos siendo”, subraya el presidente francés
El primer ministro francés, Édouard Philippe, anuncia un paquete de medidas, por valor de 500 millones de euros, para contrarrestar el alza de la fiscalidad de los carburantes y las medidas para poner fuera de circulación a los vehículos más contaminantes.
Emmanuel Macron reaccionó ayer con serenidad a los agresivos tuits de Donald Trump, que lo atacaron personalmente, en un tono despreciativo. Según el presidente francés, estos mensajes respondieron a razones de política interna de su homólogo estadounidense. “Le dejo hacer política americana”, dijo Macron. “Yo no hago diplomacia vía Twitter”, agregó.
El jefe de Estado francés ofreció anoche una entrevista en directo, al canal de televisión TF1, desde la cubierta del portaaviones Charles de Gaulle, en aguas del Mediterráneo, frente al puerto de Toulon. Macron, que iba a pasar la noche a bordo, abordó el rifirrafe con Trump y también el malestar causado por los impuestos a los carburantes y la gran movilización nacional que se anuncia para este sábado.
Sobre los duros tuits de Trump, menos de dos días después de que estuviera en París para el centenario del armisticio de la Primera Guerra Mundial, Macron puso énfasis en que “hemos sido aliados históricos de Estados Unidos y lo seguiremos siendo”. El titular del Elíseo recordó que Francia ayudó a Estados Unidos cuando luchó por su independencia y luego ellos acudieron al rescate de Francia en las dos guerras mundiales. Para él, lo importante es la estrecha colaboración militar, por ejemplo en la lucha antiterrorista, en la cuestión siria. “Todos los días nuestros soldados trabajan juntos”, recalcó, aunque insistió en que Europa debe reforzar su defensa propia para no depender tanto de Washington. “Ser aliado no es ser vasallo”, advirtió.
Sobre el malestar por el precio de la gasolina y el gasóleo, Macron explicó que el alza se debe en gran parte al precio del petróleo. Aceptó el enfado, aunque dijo que el movimiento está manipulado. El presidente reconoció que no ha podido conciliar a los franceses con sus dirigentes y que esto le preocupa, si bien es un fenómeno común de las democracias occidentales.
El primer ministro, Édouard Philippe, había preparado el terreno al presidente anunciando por la mañana el paquete de medidas, por valor de 500 millones de euros, para contrarrestar el alza de la fiscalidad de los carburantes y las medidas para poner fuera de circulación a los vehículos más contaminantes. Fue una coordinación bien estudiada para lograr el máximo impacto.
La decisión más importante es la “super-prima” de 4.000 euros para los franceses que cambien su actual vehículo contaminante por otro –sea nuevo o de ocasión– que se
El Gobierno anuncia medidas para aplacar la ira de los automovilistas que protestarán el sábado
adapte a las futuras normas. Habrá incentivos suplementarios para quienes vivan a más de 30 kilómetros de su lugar de trabajo y para los autónomos.
El jefe del Gobierno fue muy didáctico y puso ejemplos concretos, mencionando modelos franceses como el Peugeot 206 diésel o el C3 y explicando que a los dueños de coches contaminantes les va a salir muy barato desprenderse de sus vehículos y comprar otros, de gasolina, mucho menos nocivos para el medio ambiente. “Es una medida social”, resaltó.
Con esta ofensiva, Macron y su Gobierno quieren quitar razones a quienes quieren protestar este sábado, el movimiento de los chalecos amarillos (los que se usan en caso de avería en carretera). La movilización, organizada desde la base y prevista en centenares de ciudades y pueblos de Francia, se ha convertido en catalizador del descontento ciudadano, no sólo centrado en el precio de los combustibles sino en otros aspectos de la acción de gobierno. Es una incógnita la envergadura que tomará la iniciativa a la hora de la verdad, si habrá cortes reales de vías de comunicación –que pueden provocar acciones contundentes de las fuerzas del orden– o se tratará de causar molestias, como las llamadas “operaciones caracol” (marcha muy lenta de vehículos), que en la práctica pueden causar fenomenales atascos.