El ex primer ministro de Macedonia huye a Hungría y pide asilo político
El ex primer ministro de Macedonia Nikola Gruevski ha solicitado el asilo político en Hungría, confirmó ayer la oficina del primer ministro Viktor Orbán. Condenado en su país a dos años de cárcel por tráfico de influencias, Gruevski anunció el martes que había huido a Hungría después de que la policía macedonia emitiera una orden de detención contra él al no haberse presentado en prisión el pasado viernes para cumplir la pena. Es significativo que el Gobierno húngaro haya tardado 24 horas en confirmar la presencia en su territorio del exmandatario, lo que delata su incomodidad con la situación.
En un comunicado, la oficina de Orbán indicó que la petición será revisada “conforme a la legislación húngara e internacional”, al tiempo que subrayaba que Macedonia es un importante aliado y Hungría no desea “intervenir en la política interna de un país soberano”. La tramitación de la petición de asilo es un “asunto puramente legal”, añade la nota, que sostiene que a Gruevski se le ha permitido presentar su solicitud en la Oficina de Inmigración y Asilo en Budapest por “razones de seguridad” habida cuenta de su condición de ex primer ministro.
La petición de asilo coloca a Orbán en una situación delicada. El líder húngaro apoyó a Gruevski, conservador y nacionalista como él, en las elecciones municipales del 2017, que se saldaron con la derrota de su partido frente a los socialdemócratas en el poder. Orbán, que se ha enfrentado con la UE por su negativa a acatar las cuotas de refugiados, halló en Gruevski un aliado en su cruzada por frenar a los migrantes que cruzan los Balcanes.
Gruevski, que gobernó del 2006 al 2016, encarna el sector más nacionalista de Macedonia, ferozmente opuesto al acuerdo con Grecia, que exige cambiar el país a “Macedonia del Norte” para levantar el veto su ingreso en la OTAN y la UE. En octubre, el primer ministro Zoran Zaev logró aprobar en el Parlamento el acuerdo después de que varios diputados de las filas de Gruevski desobedecieran a su partido y votaran a favor.
Zaev exhortó ayer a Hungría a no conceder “refugio a los criminales” y a entregar a una persona condenada en un Estado de derecho y sobre la cual pesa una orden de detención internacional. Gruevski fue condenado en apelación en octubre por el uso personal de un Mercedes blindado con un valor de 600.000 euros pagado por las arcas públicas. La condena prometía ser la primera de varias, pues está procesado en otros cinco casos. Él sostiene que son fabricaciones por motivos políticos. Se le había retirado el pasaporte y no está claro cómo pudo entrar en un país miembro de la UE.