Muertes por cianuro elevan a novela negra la corrupción en Colombia
El afloramiento de la corrupción en Brasil no sólo ha propiciado la victoria de Jair Bolsonaro, sino que también amenaza con barrer a buena parte de la clase política en toda la región, donde la constructora brasileña Odebrecht sobornó a diestro y siniestro a gobiernos y partidos de oposición a cambio de favores presentes o futuros. La ramificación del caso Petrobras en Colombia acaba de tomar tintes de novela negra, tras el presunto asesinato de un testigo clave, que ha sido descubierto por el envenenamiento fortuito de su hijo con cianuro.
Jorge Enrique Pizano fue desde el 2010 controller de Ruta del Sol II, un consorcio con participación de Odebrecht creado para construir el megaproyecto de autopista entre Bogotá y la costa. Pizano falleció el jueves pasado en su finca de Bogotá de un aparente infarto. El cuerpo fue incinerado tras un funeral al que alcanzó a llegar su hijo Alejandro, afincado en Barcelona. El domingo, sentado en el despacho de la casa de su padre, Alejandro bebió de una botella de refresco que había sobre la mesa y murió a las pocas horas. Los análisis demostraron que el líquido contenía cianuro y ahora se investiga si Pizano fue asesinado.
Entre las dos muertes, los colombianos comenzaron a estremecerse cuando el informativo Noticias Uno reveló un audio del 2015 donde Pizano alertaba al actual fiscal general del Estado, Néstor Humberto Martínez, de contratos irregulares del consorcio realizados por Odebrecht. En aquel momento Martínez era abogado de Corficolombiana, empresa local del consorcio que había colocado a Pizano para supervisar las cuentas.
Noticias Uno también difundió una entrevista con Pizano, realizada en agosto, que sólo debía emitirse si fallecía, en la que cuestiona operaciones de Odebrecht . Sin embargo, Martínez no presentó ninguna denuncia porque –según dijo en un comunicado– no consideró que se tratase de corrupción aunque hubo un acuerdo para que la empresa brasileña reintegrara algunas cantidades al consorcio.
Pizano se había ganado muchos enemigos. A cambio de obtener beneficios en las tres causas de corrupción en que era investigado, se había convertido en el testigo estrella del caso Odebrecht en Colombia y negociaba su colaboración con la justicia de Estados Unidos por las ramificaciones en ese país. El caso ha costado detenciones de políticos y empresarios, incluido el viceministro de Transporte durante parte del gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010), Gabriel García Morales, condenado ya a cinco años de cárcel tras reconocer los sobornos.