La fiesta vuelve a Barcelona
Los premios Ondas recuperan su normalidad tras un año ausentes
Los premios Ondas regresaron ayer a Barcelona después de que el año pasado los organizadores se llevaran la ceremonia a Sevilla, coincidiendo con el 1-O y la inestabilidad política en Catalunya. “Me alegro de que los Ondas vuelvan donde tienen que estar y donde han estado siempre: que es Barcelona”, se congratulaba Jordi Basté, que ayer recogía su segundo galardón, en este caso como mejor presentador de radio por El món a RAC1, el programa líder de la emisora del Grupo Godó.
Premiados de la radio, la televisión y la música acudieron al mediodía a la recepción de la cadena Ser en el Palacete Albéniz con los galardonados de los Ondas 2018, antes de celebrarse la gala de entrega en el Gran Teatre del Liceu unas horas más tarde. Una recepción en la que Basté reivindicó la radio como “elemento vertebrador de la sociedad a partir de lo que mejor sabe hacer: compañía”.
Basté reveló que en el discurso que pronunciaría por la noche en el Liceu, además de atreverse cantar un poquito, iba a homenajear a los nombres más importantes de la historia de la radio. “Es un discurso de recuerdo y de homenaje a la banda sonora de mi transistor, con toda la gente que me ha acompañado todos estos años”. Y remataba afirmando que “nos tenemos que reivindicar nosotros mismos porque si no lo hacemos, no lo va a hacer ningún otro medio; es curioso porque desde la radio somos tan generosos que hablamos de cine, televisión, música e internet, pero nadie habla de nosotros”.
Tras ser felicitado durante la recepción por el presidente del Grupo Godó, Javier Godó, conde de Godó; el consejero delegado del Grupo Godó, Carlos Godó, y por Ana Godó, editora de Vanguardia Dossier y Libros de Vanguardia, Basté explicó que este premio le genera “mucha responsabilidad y un poco de relajo en el sentido de que quiere decir que estamos haciendo las cosas bien, aunque seguro que podríamos hacerlas mejor” y deseó que algún día “también El món a RAC1 reciba un Ondas”.
En la ceremonia, que contó con la presencia de Manuel Mirat y Augusto Delkáder, máximos ejecutivos de Prisa, acudieron más hombres y mujeres de la radio, como los humoristas David Broncano, Ignatius Farray y Quequé (La vida moderna) y la periodista Julia Otero (Julia en la onda), quien pidió a la gente de la radio que piense y reflexione sobre su futuro. “Hemos de atraer a una generación que se ha acostumbrado a ver y escuchar cuando les parece bien, no cuando lo ponen en la televisión o en la radio” y apuntó que una medida inteligente es “aprovechar y convertir en sinergia lo que parece la máxima competencia de la radio que son las redes sociales”.
Representantes de la televisión también charlaron con los medios durante la recepción, como Tinet Rubira, productor de Operación Triunfo, doblemente premiado como mejor programa y fenómeno musical del año. “Que reconozcan que tu trabajo vale la pena para ser premiado es espectacular”, afirmaba Rubira, quien también lanzó un capote a la segunda edición de OT que este año está rodeada de polémicas.
Por su parte, Javier Ambrossi y Javier Calvo también vinieron a recoger dos premios: por su participación en OT y por la serie Paquita Salas, de la que son directores, y que ha obtenido el premio a mejor serie de internet: “Algo impensable cuando empezamos este proyecto, sin un duro y con muchas ideas”.
Más galardonados que ayer pasearon su sonrisa por Barcelona fueron Sandra Sabatés (El intermedio), Manuel Burque (Radio Gaga) y Jesús Calleja (Planeta Calleja), mientras que la ficción estuvo representada por Oriol Pla y Aura Garrido (El día de mañana), Patricia López Arnaiz (La otra mirada), Javier Rey (Fariña) y Brays Efe (Paquita Salas).
El apartado musical también estuvo bien representado, con Manolo García a la cabeza, quien recibió el premio a la trayectoria a pesar de que él se siente “como cuando era adolescente, enamorado de la música y con ganas de seguir muchos años más”.
Jordi Basté reivindica la radio como “medio vertebrador a partir de lo que mejor sabe hacer: compañía”