Fernando I de México
FERNANDO DEL PASO (1935-2018) Escritor
El escritor mexicano Fernando del Paso falleció ayer, poco después de las nueve de la mañana, en un hospital de Guadalajara (México), ciudad en la que residía desde 1992, cuando regresó a su país natal tras 21 años en Europa. Ataviado siempre como un dandy, tan divertido como culto, era un fijo, con su agitada silla de ruedas, en la feria del libro que se celebra cada año en la capital del estado de Jalisco.
Gloria nacional en México, su obra no ha sido suficientemente difundida entre el público español. El premio Cervantes –la más alta distinción para un escritor en lengua castellana–, que recibió en el 2015, lo colocó oficialmente en el lugar que le correspondía. En ese momento, declaró: “Hay demasiados libros y todo nuevo autor debería proponerse hacer una obra maestra. Yo luché muchísimos años por hacer de mis libros, si no obras maestras, sí un microcosmos”.
Nacido en Ciudad de México, abandonó sus estudios primero de Medicina (no soportaba la sangre) y luego de Economía para trabajar en una agencia de publicidad. Debutó en la novela con José Trigo (1966), que junto con Palinuro de México
(1977) y Noticias del imperio (1987) forman una trilogía de novelas totales y torrenciales, con un lenguaje, estructura, erudición e imaginación apabullantes.
Amigo de Juan Rulfo, también su maestro literario, y de Elena Poniatowska, vivió en Londres y en París entre los años 1971 y 1992, donde fue la voz en español de la BBC y de Radio Francia Internacional.
La radicalidad formal de José Trigo le alejó de sus contemporáneos del boom. Construyó esta primera novela en simetría, de un modo que permitía que fuera leída desde el principio hasta el final, pero también desde el fin al principio y hasta del centro hacia afuera.
Palinuro de México es una novelización libérrima y humorística de sí mismo en su juventud, con muchos juegos de palabras e ironía y una exhibición de sus conocimientos e inquietudes, de la arquitectura al arte pasando por la psicología, la historia, la ciencia o la medicina... Era el libro favorito del autor. Su agente Carmen Balcells luchó de manera titánica –y exitosa– para que sus editores no recortaran ni una página de las casi 700 del original.
Su magna obra llegó en 1987, Noticias del imperio, donde narra en más de mil páginas la estrambótica (pero real) historia de Maximiliano, el emperador de México que fue exportado al país norteamericano desde Europa, un experimento monárquico que duró cuatro años, hasta que el monarca fue fusilado en 1864. Su viuda Carlota le sobrevivió 60 años. “Desde que en la escuela supe de ese emperador rubio y de ojos azules, me llamó la atención”. La primera mitad es un monólogo de la emperatriz, regresada a Europa y sumida en la demencia, y en la segunda surgen más narradores.
En 1997 publicó Linda 67: historia de un crimen, que rompía con su estilo exuberante para ahondar en la tradición clásica de la novela negra.
Autor también de cuentos, poesía, teatro y ensayo, fue asimismo artista plástico. Como las maestras le forzaron, de niño, a escribir con la mano derecha, él, que era zurdo, contaba que “años después, la mano izquierda se dedicó a dibujar y fue así como se vengó. Una pinta y la otra escribe”.
Políticamente, se implicó en las campañas electorales de Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de México.
Castigado por dos isquemias cerebrales, presumía de “haber estado cuando menos quince veces en el quirófano”. Estaba casado con Socorro, su novia desde joven, cuando estudiaba por la noche porque de día trabajaba en un banco. Juntos publicaron un libro de recetas y tuvieron cuatro hijos, que le sobreviven junto a varios nietos y bisnietos.