“Ojalá pueda retirarme aquí”
Thomas Heurtel, jugador del Barcelona Lassa
Apareció la pasada campaña para liderar a un Barça Lassa al que muchos daban por desahuciado para conquistar la Copa y ha vuelto a aparecer esta campaña para enderezar un inicio irregular y contribuir a que los blaugrana se hayan hecho con el liderato de la Liga Endesa y ya ocupen zona de playoff en la Euroliga. En su segunda temporada en el Barça, Thomas Heurtel se ha convertido en una pieza fundamental del proyecto que lidera Pesic y, mientras llegue un relevo de Navarro, en el jugador local de este Barça. Porque con media familia instalada aquí, Heurtel asegura sentirse ya un catalán más.
A la vista de los últimos partidos, ¿podemos decir que lo importante no es cómo se empieza sino cómo acaba?
La verdad es que empezamos regular. Lo que pasó en la Supercopa fue difícil de digerir, pero también es verdad que desde entonces no hemos hecho más que mejorar y se ha visto que en los últimos partidos hemos jugado a muy buen nivel. Tenemos una ratio positiva. En la Euroliga no hemos jugado ante más grandes que el CSKA, pero estoy convencido de que a estas alturas estamos capacitados para competir con todos. Que hayamos ganado ya partidos importantes fuera es una clara señal.
¿Ha costado encajar a tantos jugadores recién llegados? ¿Demasiados cambios para un equipo del nivel que debe ofrecer el Barça?
Ha habido muchos cambios, es cierto, pero tampoco son jugadores inexpertos. Son muy buenos, se han esforzado muchísimo y la adaptación ha sido muy rápida. No ha sido tan difícil como puede parecer. Es más difícil, por ejemplo, adaptarse a todo lo que pide un nuevo entrenador.
¿Cómo es Pesic? ¿Es un técnico tan duro como aparenta en los partidos?
Es muy exigente. No hay más que verlo en la pista. Siempre nos pide mucho: mucha intensidad, mucha defensa, efectividad en ataque... Sus sistemas tienen muchos detalles y exigen mucha atención. Yo no diría que es un técnico duro, sino exigente. Sabe lo que quiere y quiere que lo ejecutemos como él lo planifica.
Usted ha encajado muy bien en su esquema. ¿Cree que le ha cambiado, que ha aportado algo más de calma a su juego?
Yo no diría que me haya cambiado. Dejémoslo en que quizá he mejorado con el tiempo. O que he madurado. Cada uno tiene su momento y es posible que el mío haya llegado ahora. Creo que he evolucionado y he mejorado temporada a temporada.
Siempre se dice que la competencia ayuda a mejorar. ¿Tener a un jugador como Pangos en el equipo le hace ser mejor?
Puede ser. Cuando estás jugando sabes que si cometes errores te vas al banco porque hay otro que puede ocupar tu lugar. Esto es un juego de equipo en el que va a jugar quien esté mejor o quien para el técnico sea más conveniente en una situación o ante un rival determinados.
Por el reparto de minutos tampoco se puede decir en este caso que haya un titular y un suplente.
Creo que no. Somos distintos y el técnico puede elegir. Y de momento nos vamos alternando.
¿Y estar juntos en pista?
Ese es uno de los objetivos. En el baloncesto actual estamos viendo cómo muchos equipos, en la NBA y en la Euroliga, juegan con dos bases o dos combos, jugadores que se adaptan bien a la posición de base o escolta. Lo hemos probado y cada uno puede crear algo diferente en ataque.
¿Va entonces este Barça hacia un juego más exterior?
Ahora hay muchos menos pívots, es una evidencia. Sobre todo hay menos como Tomic, que sabe jugar tan bien por fuera como en el poste bajo. A él seguro que no podemos renunciar.
Cuando llegó dijo que fichar por el Barça era cumplir un sueño. ¿Sigue soñando?
Estoy muy bien y ojalá pueda retirarme aquí. Mi objetivo era volver a la Liga Endesa y cuando tuve la oferta del Barça no valoré ninguna más. Ni me lo pensé. La familia de mi mujer vive en Barcelona, mis padres están cerca y vienen mucho... Estoy muy satisfecho de estar aquí, por el baloncesto y por la vida que vivo en Barcelona. Antes de llegar al Barça ya lo tenía hablado con mi mujer y con toda la familia y tenía claro que cuando se acabase el baloncesto iba a instalarme aquí. Soy muy feliz en Barcelona, con el baloncesto y con el estilo de vida. Para mí no hay un sitio mejor para vivir.
Además puede decir que se ha convertido en un referente.
Nosotros no somos como Messi, pero es verdad que hay gente que te reconoce por la calle y te sientes admirado.
Este Barça se ha quedado sin un ídolo local tras el adiós de Navarro. ¿Cómo se vivió esa situación desde el vestuario?
Fue difícil, yo sólo he podido coincidir un año con él, pero teníamos muy buena relación y lo admiraba como jugador. Me quedo con la satisfacción de haber podido jugar a su lado y compartir todos esos momentos. Fue una decisión del club y nosotros poco podemos decir. Viene a cada partido de casa y a muchos entrenamientos. De otra forma, pero sigue con nosotros.
En la cantera, de donde él salió, hay buenos jugadores.
Es así. Pero se han encontrado con una situación difícil. El técnico y el club necesitan volver a ganar títulos y en momentos así es difícil apostar por los jóvenes. También se está viendo cómo jugadores del primer equipo tienen poca participación. Creo que tenemos que darnos un poco de tiempo.
Usted es también un referente en la selección francesa. ¿Cómo vive un jugador esta lucha continua entre la FIBA y la Euroliga, con calendarios que se solapan?
No poder jugar con tu selección es una putada. Al final es un problema económico que nos acaba perjudicando a los jugadores. No tengo elementos para hablar de este tema, pero creo que con buena voluntad no sería tan difícil resolverlo.
Con Francia luce el dorsal 4, que es su número fetiche. Aquí se lo encontró retirado, porque era el de Jiménez. ¿No me dirá que el 13 es por el 1+3?
Así es, uno y tres son cuatro. Por eso lo elegí. Pero también es el día del cumpleaños de mi mujer, el dorsal de Jasikevicius... Para mí es un número de buena suerte, aunque vaya al revés del mundo.
EL ÍDOLO
“Lo de Navarro fue difícil; me quedo con la satisfacción de haber podido jugar a su lado”
SUEÑO CUMPLIDO
“Antes de llegar al Barça ya tenía claro que cuando se acabase el baloncesto iba a instalarme aquí”
LAS VENTANAS
“No poder jugar con tu selección es una putada; la disputa entre Euroliga y FIBA nos perjudica a nosotros”
LA SUPERSTICIÓN
“Como el dorsal 4 estaba retirado elegí el 13, que es 1+3, para mí es un número de buena suerte”