La lluvia torrencial deja un muerto en la Garrotxa
Bomberos y Mossos tuvieron que actuar en casi 1.400 incidentes
Empezó a llover de madrugada. Llovió por la mañana y siguió lloviendo durante la tarde. Y si a la una del mediodía Protecció Civil había recibido 444 llamadas, a las ocho ya eran 1.363. Las zonas más afectadas fueron las Terres de l’Ebre, el Vallès Occidental (de donde llegaron casi la mitad de las llamadas), Barcelonès y Baix Llobregat.
Pero la peor parte se la llevó un hombre que falleció ayer tras caer en la riera de Sant Ferriol, en la Garrotxa. El fallecido, de mediana edad y nacionalidad extranjera, se vió arrastrado por el agua cuando intentaba atravesar el Torrent del Collet de Guixeres, en el núcleo de Mieres. Su cuerpo fue localizado tras una larga búsqueda de Bombers y Mossos.
En Barcelona, el aguacero colapsó el tráfico de las principales vías y, a primera hora de la tarde, obligó a activar en fase de alerta el Plan de Actuación de Emergencia Municipal. En la ciudad los bomberos realizaron un centenar de salidas principalmente por inundaciones en bajos y garajes y para retirar árboles caídos. A este tipo de incidentes, que se multiplicaron en decenas de municipios, hay que añadir los problemas de tráfico y cortes en una docena de carreteras, entre ellas, la C-55 o la C-58, lo que obligó a levantar, pasadas las seis de la tarde, a levantar las barreras de la C-16 en Sant Vicenç de Castellet.
Ayer llovió como pocos días ha llovido durante los últimos años: la estación meteorológica de Castellbisbal (Barcelona) registró un récord de precipitación en un solo día con 151,6 litros por metro cuadrado hasta las cuatro de la tarde, doblando casi el anterior y reciente récord del pasado 19 de octubre. En Mas de Barberans (Montsià) se registraron 133 litros y en el Observatorio Fabra se recogieron 111 litros con momentos de gran intensidad. La estación meteorológica del Raval midió 23,4 litros por metro cuadrado en apenas media hora, según informó el Servei Meteorològic de Catalunya. Otras poblaciones con lluvias más que destacables fueron Viladecans (96,8 litros), Vacarisses (90,6), Fogars de la Selva (89,4), el Parc Natural dels Ports (84,1) y Sant Cugat del Valles y Vallirana, donde cayeron 83 litros por metro cuadrado hasta las seis de la tarde.
Estas precipitaciones provocaron incidentes de todo tipo: inundaciones, desprendimientos, retenciones, cortes de suministro eléctrico (a última hora de la tarde 1.097 abonados de Terrassa y 2.622 del barrio de Sant Martí de Barcelona seguían sin luz), y numerosas afectaciones ferroviarias tanto en las líneas de Renfe como la de Ferrocarrils de la Generalitat y el metro. Durante la tarde la situación también se complicó en el aeropuerto de El Prat. La intensa tormenta eléctrica que cayó obligó a desviar siete vuelos a Reus, Barajas, Palma, Tolouse y Zaragoza, según fuentes de Aena. Por motivos de seguridad, se espaciaron más los aterrizajes y los despegues, cosa que provocó múltiples retrasos pero no llegó a cancelarse ningún vuelo.
En Viladecavalls (Vallès Occidental) cedió un muro en la calle Anna Frank que obligó a desalojar diez casas y dos bloques de pisos. En Molins de Rei se inundaron varias calles del centro de la localidad. Además, la conexión viaria entre esta población y El Papiol se cerró porque la vía quedó completamente anegada.
En Esplugues de Llobregat un gran pino cedió afectando a tres vehículos estacionados sin registrarse heridos y en Olesa se produjo un desprendimiento en la carretera BV-1201 y la red de alcantarillado colapsó en algunos puntos. En las Terres de l’Ebre los problemas se concentraron por la mañana, cuando poblaciones como Mas de Barberans se quedaron incomunicadas y varias carreteras secundarias quedaron cortadas.
La lluvia inundó calles y bajos, provocó cortes de carreteras y de luz y colapsó los accesos de Barcelona