Ni un solo rohinyá se presenta voluntario para ser devuelto a Birmania
Como era de prever, ni uno solo de los 2.251 rohinyás autorizados, bajo un controvertido programa de repatriación, a regresar a Birmania desde los campos de refugiados de Bangladesh se presentó voluntario ayer para volver al país del que huyeron en el 2017. Más de 700.000 miembros de esta minoría musulmana, acosada por un brote de violencia, pusieron rumbo al exilio.
Ante semejante fiasco, a las autoridades de Bangladesh no les quedó otra que cancelar el dispositivo. “Esperamos hasta las 16.00 horas (10.00 GMT), pero nadie vino. Ya se estaba haciendo de noche y en Birmania es una hora más tarde que aquí, de modo que regresamos suspendiendo nuestras actividades por hoy”, señaló el comisionado bangladeshí para la Ayuda a los Refugiados, Abul Kalam, a la agencia Efe. “Ahora analizaremos la situación antes de decidir la forma de proceder”, añadió sin especificar cuánto durará esa suspensión.
Además, Kalam señaló que Bangladesh está totalmente comprometido con el principio de “no devolución y de repatriación voluntaria”, que garantiza que no forzarán a nadie a regresar en contra de su voluntad. Eso sí, matizó, las autoridades seguirán intentando “motivar” a los refugiados “para que se vayan”, aunque sin decir cómo.
En las horas previas, los responsables bangladeshíes buscaron por los campamentos de refugiados a las personas incluidas en esta primera tanda de repatriados, la mayoría de los cuales había criticado previamente que no se les consultara sobre esa decisión. En su lugar, se encontraron con un millar de manifestantes que clamaban que no pensaban regresar si antes no se les reconocía la ciudadanía y sus derechos, mientras que los refugiados de la lista permanecían escondidos y sin dejarse contactar. El Gobierno birmano ha asegurado que los rohinyá que vuelvan se alojarán en casas nuevas construidas en Maungdaw, una de las tres áreas en las que vivían antes de la represión, aunque no se les permitirá viajar fuera del municipio ni regresar a sus hogares originales, muchos de ellos destruidos por los militares.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y las Naciones Unidas consideran que las condiciones para los refugiados todavía no son seguras y que es mejor esperar. “Nada de lo que el Gobierno de Birmania ha dicho o hecho sugiere que los rohinyá estén a salvo al regresar”, dijo ayer el director de los derechos de los refugiados de Human Rights Watch, Bill Frelick.
Las autoridades de Bangladesh suspenden temporalmente el programa de repatriación