Exteriores avala el pacto del Brexit y ve recogidas casi todas sus exigencias
El acuerdo ha sido bien recibido también en Gibraltar a la espera de que se concrete
El Gobierno está satisfecho con el acuerdo alcanzado entre el Reino Unido y la Unión Europea, ya que recoge casi la totalidad de las exigencias que mantenía el Ejecutivo español, en especial en lo que se refiere a Gibraltar, sobre el que España mantiene su reivindicación de soberanía.
En un encuentro con los medios de comunicación, el secretario de Estado para la Unión Europea, Luis Marco Aguiriano, considera que los acuerdos alcanzados “son muy positivos para los intereses nacionales y de los trabajadores de Gibraltar y recogen la postura española en un 99 por ciento” y ponen las bases para lograr una relación “más leal, abierta y equilibrada entre España y Gibraltar, y en ningún caso suponen la renuncia a ninguna de las reivindicaciones españolas, en especial la soberanía”.
También Fabián Picardo, ministro principal de Gibraltar, se mostró ayer razonablemente satisfecho del preacuerdo “porque deja claro que Gibraltar no saldrá de forma abrupta de la UE en marzo del 2019 y todo se mantendrá en gran medida tal y como está ahora hasta finales del 2020”. Picardo considera que se gana tiempo para lograr condiciones favorables para la población del Peñón que en una aplastante mayoría votó en contra del Brexit.
“Este protocolo no realiza absolutamente ninguna concesión en términos de soberanía, jurisdicción o control. Si así fuera, no lo hubiéramos aceptado. No existe ningún asunto bilateral que pueda generar preocupación entre los gibraltareños”, añadió Picardo en una nota de prensa.
El protocolo que afecta a Gibraltar establece tres áreas en las que España y el Reino Unido deberán crear comités bilaterales para abordar los asuntos más candentes. Uno de ellos se dedicará a evaluar cada tres meses la libertad de entrada de los trabajadores transfronterizos, unos 13.000, de los que al menos 8.500 son españoles, y la defensa de sus derechos laborales y profesionales. Otro estará dedicado a temas medioambientales, como tratamientos de basuras, calidad del aire o acceso al agua potable. Y un tercero a la cooperación policial y aduanera.
Sin embargo, los problemas de los trabajadores españoles en el Peñón ya han comenzado con la devaluación de la libra esterlina, moneda en la que cobran sus salarios, desde que el Reino Unido votó mayoritariamente en favor de su salida de la UE. Una pérdida que ronda el 20% de su poder adquisitivo, pero que puede ser mucho mayor si finalmente no se alcanzara un acuerdo.
En todos estos asuntos, España y Gibraltar llevan meses trabajando en unos memorandos que llevan a la letra pequeña los grandes temas contenidos en el protocolo. De hecho, en cuatro de cinco (falta por solucionar el problema del aeropuerto) se ha alcanzado el acuerdo y podrían ser firmados en cualquier momento ya que los memorandos, al contrario que el protocolo, no se consideran parte integrante del preacuerdo alcanzado.
En todo caso, no hay acuerdo sobre la cosoberanía, un tema en el que no se ha llegado a entrar en ningún momento y que ha provocado un aluvión de comentarios sobre Pedro Sánchez, al que la derecha considera “un traidor” por no haber aprovechado la situación para retorcer el brazo de los gibraltareños. Desde el PSOE se defienden asegurando que la negociación la inició Alfonso Dastis, el último ministro de Exteriores de Mariano Rajoy, y que ellos se han limitado a culminarla.
Picardo mantiene su optimismo sobre el resultado final. “Ser una frontera exterior no tiene que significar ser una frontera hostil. Debemos intentar que este momento difícil nos haga entendernos más y enfrentarnos menos. Que podamos crear en esta zona tan castigada un arco iris de oportunidades que reparta aún más beneficio en todos los rincones de la Bahía”, declara.
Mientras tanto, el Gobierno tiene previsto abordar hoy mismo, en el Consejo de Ministros, un plan integral de infraestructuras para el Campo de Gibraltar. Todo esto, claro si finalmente el acuerdo es aprobado en el Reino Unido. Si no, todo saltaría por los aires, pero el Gobierno, según Aguiriano, tiene un plan de contingencia muy detallado por si no se aprueba el acuerdo.
El PP, entre tanto, pidió la comparecencia del ministro de Exteriores para que explique su “fracaso absoluto” en la negociación.
DEVALUACIÓN DE LA LIBRA Los trabajadores del Peñón han perdido un 20% del poder adquisitivo
VIEJAS ASPIRACIONES
El acuerdo no altera el debate sobre la soberanía del territorio británico