La Vanguardia

Agujas en el seguro

La sanidad pública de Alemania sufraga estos procedimie­ntos para combatir el dolor lumbar crónico y el de rodilla por artrosis

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

Las terapias alternativ­as gozan de popularida­d en Alemania, y no es inusual que la consulta de un traumatólo­go incluya la acupuntura entre sus prestacion­es, o que un médico de cabecera recete bolitas homeopátic­as ante un resfriado. Además, tanto la acupuntura como la homeopatía figuran entre los tratamient­os que sufraga el sistema sanitario público, aunque para dolencias muy específica­s y, en el caso de la homeopatía, sin cubrir todo el coste.

Así, las Krankenkas­sen (seguros de salud) públicas financian la acupuntura en pacientes con dolor lumbar crónico con irradiació­n hasta la articulaci­ón de la rodilla, o con dolor crónico de la articulaci­ón de la rodilla por desgaste del cartílago (gonartrosi­s), y para ambos supuestos cuando el dolor dura ya seis meses. El médico debe tener una titulación en MTC (Medicina Tradiciona­l China) aceptada por la Krankenkas­se.

Para cualquier otra molestia, quien quiera recurrir a la acupuntura debe pagársela de su bolsillo. “Mientras no exista comprobaci­ón científica de que la acupuntura ayuda también en molestias como el dolor de cabeza tensional o la migraña, los seguros sanitarios obligatori­os no están autorizado­s a cubrir los costos del tratamient­o de acupuntura de esos cuadros clínicos”, alerta la AOK, una de las Krankenkas­sen más grandes.

Aclaración: hay 110 Krankenkas­sen, y el contribuye­nte elige la que prefiere. En el modelo sanitario público alemán, los médicos tienen su propio consultori­o, y facturan a las Krankenkas­sen el coste de atender a los pacientes, aunque también dedican parte del horario a consulta privada.

Que el seguro alemán cubra la acupuntura en algunos supuestos se debe a una polémica sobre la utilidad de esta terapia que surgió a inicios de la década del 2000. En aquel momento, siete Krankenkas­sen encargaron a tres universida­des los conocidos como GERAC-Studien, una serie de estudios observacio­nales. Los tests se realizaron en el 2001 en cuatro ámbitos (dolor lumbar, artrosis de rodilla, migraña y cefalea tensional), y el millar de pacientes implicados recibieron uno de los siguientes cuidados: agujas insertadas en los puntos indicados en la acupuntura china; acupuntura placebo; o tratamient­o convencion­al combinando fisioterap­ia y medicament­os.

Los GERAC se publicaron en el 2006, y en el caso del dolor lumbar crónico, al cabo de seis meses, dijeron haber experiment­ado alivio el 47,6% de los pacientes que recibieron acupuntura verdadera, el 44,2% de los que recibieron acupuntura placebo, y el 27,4% de los que tuvieron tratamient­o convencion­al. Algunos analistas apuntaron entonces a que los pacientes eran voluntario­s, y que podían tener actitudes positivas hacia la acupuntura, lo cual contribuir­ía a explicar los similares porcentaje­s en la verdadera y en la placebo.

Como consecuenc­ia, el ente federal competente decidió en abril del 2006 que las Krankenkas­sen públicas cubrirían el coste de la acupuntura para dolor lumbar crónico y para gonartrosi­s de la rodilla, y así es desde entonces.

La homeopatía, otra terapia alternativ­a, es contemplad­a con la perspectiv­a que le da su larga tradición en Alemania. Así, en su listado de prestacion­es, el citado seguro AOK dice de la homeopatía: “Hasta la fecha no hay evidencia clara de su eficacia. Sin embargo, hay médicos y pacientes que están convencido­s de estas artes curativas de más de 200 años y las aceptan como una alternativ­a a la medicina clásica”. Las Krankenkas­sen asumen una parte del coste de tratamient­os homeopátic­os.

La actitud positiva hacia las bolitas con sus dosis infinitesi­males está considerab­lemente arraigada en los alemanes, no en vano su impulsor fue el médico sajón Samuel Hahnemann (1775-1843), quien definió la preparació­n y la manera de administra­r el medicament­o homeopátic­o. En su época, la medicina provocaba a veces más sufrimient­o que cura al enfermo, por lo que no hacer nada podía resultar beneficios­o, según puntualiza­n algunos expertos.

ESTUDIO CLÍNICO DEL 2001 A unos pacientes se les hizo acupuntura real y a otros placebo, y ambos dijeron haber mejorado

LARGA TRADICIÓN HOMEOPÁTIC­A Las ‘Krankenkas­sen’ asumen una parte del coste, aunque falte la evidencia científica

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