La textil TCN suspende pagos y pide a la jueza su venta a Javier Simorra
El fondo Endurance busca salvar el negocio de la mano de otro inversor
La empresa textil TCN, propiedad desde finales del 2015 del fondo Endurance Partners, presentó el pasado lunes concurso de acreedores en Barcelona. El procedimiento cayó en el juzgado mercantil 11 de la ciudad, que dirige Amagoia Serrano y que ha nombrado administrador concursal a Josep Figueras. El concurso es de liquidación, pero Endurance acompañó la solicitud con una oferta de compra de la unidad productiva de TCN por parte de otra firma textil, Javier Simorra, propiedad de la familia Dimas y otros inversores.
Esta compañía ve potencial a TCN y quiere dar continuidad al negocio y desarrollarlo. Ahora, la jueza y el administrador concursal deberán valorar la oferta, decidir si abren un proceso competitivo con otros potenciales inversores interesados y, eventualmente, adjudicar TCN a Javier Simorra o a quien la jueza crea que contribuye mejor a cumplir con la finalidad del concurso.
Según el escrito presentado en los juzgados, Endurance considera que la venta de la unidad productiva, que se puede implementar con cierta rapidez, ayudaría a preservar el activo –el negocio y el empleo directo e indirecto–, aunque no es previsible que sea compatible con la recuperación del dinero para los acreedores. Pero esto, lamentablemente, ocurre así en el 99,9% de los procesos de liquidación y el caso de TCN no será una excepción.
La compañía que fundó el matrimonio formado por Totón Comella y Josep Maria Donat en 1985 tiene hoy siete establecimientos propios y está presente en unas 400 tiendas multimarca repartidas por España y el extranjero. De la mano de Endurance, TCN se ha expandido en los últimos años a países como Japón, Francia, Estados Unidos, Bélgica, Holanda, Alemania, Austria, Suiza y Reino Unido, entre otros. Sin embargo, este esfuerzo no se ha visto recompensado ni con el deseado incremento de las ventas ni con la estabilidad financiera.
Con alrededor de 50 trabajadores y unas ventas de 5 millones al año, TCN ha sufrido desde el inicio de la crisis la presión competitiva que azota al sector textil, como pueden atestiguar firmas como Desigual, Intropía, El Ganso o tantas otras. En el caso de TCN, las dificultades se hicieron más evidentes a finales del año pasado. Endurance –que también ha invertido en Tuc Tuc, Oro Vivo y Canadá House– contrató la firma de servicios corporativos Baker Tilly para buscar un comprador. Al final, ante la ausencia de inversores que asumieran las deudas, la empresa ha presentado concurso y tratará de salvar el negocio vendiendo la unidad productiva en los juzgados.
TCN ha sufrido la crisis del textil y no ha podido estabilizar ventas ni resultados en los últimos años