El incendio de California deja ya más de 600 desaparecidos
Trump, que lanzó duras críticas a las autoridades locales, visitará la zona devastada por el fuego tras confirmarse 63 víctimas mortales
Si, como se exclama tantas veces, todo es susceptible de empeorar, en el norte de California se daban ayer 631 razones para que se cumpla con ese dicho. Aún más.
El incendio de Camp Fire, focalizado en un lugar llamado Paradise, hoy un infierno todavía humeante, se ha cobrado ya oficialmente 63 víctimas mortales, en el que se considera el fuego más devastador y criminal del que se tiene recuerdo en el estado del oro.
Pero el recuento no se ha cerrado. El sheriff Kory Honea, del condado de Butte, elevó la noche del jueves (mañana del viernes en Barcelona) hasta 631 el número de desaparecidos, un salto más que relevante desde el miércoles, cuando la cifra era de 130.
La nueva lista, en la que se identifican a los no localizados, tal vez incluya a ciudadanos que huyeron de las llamas, que están sanos y a salvo, aunque desconocen que se les busca. Según el sheriff, al elaborar este listado y hacerlo público, lo que se persigue es que algunos de estos supervivientes sean conscientes de esa situación y que contacten con las autoridades.
“El caos con el que nos enfrentamos al inicio de esta crisis fue extraordinario”, subrayó Konea en rueda de prensa. “Ahora estamos intentando dar marcha atrás y aseguranos de que contamos a todas las personas”, insistió.
En ese momento, el sheriff informó que los equipos de rescate habían encontrado tres nuevos cadáveres en Magalia, tres en Paradise y uno en Concow. Uno de los cuerpos de Paradise lo hallaron dentro de un coche que estaba volcado en uno de sus lados.
El incendio de Camp Fire ha quemado 58.000 hectáreas y destruido 11.862 estructuras. Los expertos consideran que puede llevar semanas completar la búsqueda de víctimas. Miles de supervivientes están sin casas, acogidos en refugios, en poblados de caravanas o en campamentos de tiendas de campaña. Además, la nube de humo causa graves problemas respiratorios en los habitantes de toda esa zona, incluida la capital, Sacramento.
La Casa Blanca anunció este jueves que el presidente Donald Trump tiene intención de viajar hoy a California y recorrer la zona de la devastación.
Será su segunda visita desde que juró el cargo a un estado que lidera el movimiento de oposición al trumpismo. El presidente ha preferido atacar desde la distancia a sus líderes y sus políticas.
Este viaje se ha programado después de que Trump se dedicara precisamente a estigmatizar a las autoridades californianas. Las acusó de ser responsables de la tragedia por su mala gestión de los bosques. Sus tuits fueron considerados insultantes.
El gobernador Jerry Brown contestó que se ha de mejorar en la gestión de los bosques, pero que la causa principal es una persistente sequía, una consecuencia del cambio climático.
Trump irá a lo que queda de Paradise, nombre que se remontan a mediados del siglo XIX. Unos leñadores exhaustos se pusieron a descansar bajo una arboleda. El aire era fresco. El jefe de la cuadrilla dejó una frase con la que se bautizó al lugar:
–Chicos, esto es el paraíso.
Grave preocupación sanitaria porque la nube de la humo provoca problemas respiratorios