De Gea, chivo expiatorio
El portero del United tiene peores estadísticas que Pau López o Kepa
La derrota de la selección española ante Croacia en el tiempo de descuento ha puesto de nuevo en la picota al portero David de Gea, que no ha sabido aprovechar la confianza de Luis Enrique para lavar la mala imagen dejada en el Mundial de Rusia, y se ha convertido en el cabeza de turco por los malos resultados de una selección que, probablemente, tiene más problemas que el portero.
David de Gea vivió el pasado Mundial de Rusia como una pesadilla, objeto de las mayores chanzas en las redes sociales y protagonista de todo tipo de memes. Pocos creían que el toledano iba a volver a ser el portero titular de España después de actuaciones tan desafortunadas. Sin embargo, para sorpresa general, Luis Enrique consideró desde el primer momento que no había debate y que para él estaba claro quién era el mejor en su puesto. El periodo de gracia le ha durado poco a De Gea, apenas los dos primeros partidos de la Liga de Naciones, en los que España jugó bien y ganó. Cuando han llegado las derrotas, ante Inglaterra en Sevilla y en Zagreb frente a Croacia, De Gea ha vuelto a estar entre los señalados.
Desde el pasado 14 de noviembre del 2017 ante Rusia (3-3), un año natural, De Gea ha encajado 19 goles en 14 partidos como titular en la roja, lo que arroja un porcentaje de 1,35 goles por partido, muy superior a los registros desde su debut hasta ese día, en donde recibía sólo 0,54 goles por partido. En todo este último año el portero de Illescas sólo dejó la portería a cero en tres ocasiones.
La fría estadística no puede ocultar que a De Gea tampoco le han ayudado mucho sus compañeros de la zaga. Ante Inglaterra estuvo vendido en los tres goles ante la incomprensible actitud pasiva de Sergio Ramos en todos ellos.
El fallo más evidente de la última racha llegó en el segundo gol encajado en el Maksimir de Zagreb, un centro de Modric que obligatoriamente ha de ser para un portero, máxime si tiene 1,92 centímetros de altura, como es el caso. De Gea se quedó bajo palos, ni Iñigo Martínez ni Jordi Alba llegaron al quite y el lateral Jedvaj cabeceó a placer para hacer el 2-1.
En todo el partido ante Croacia a De Gea sólo se le recuerda una parada de enorme mérito, un mano a mano que le sacó a Rebic en el tramo final del partido y que hubiera podido ser el 3-1. Muy al comienzo De Gea también tuvo otra buena intervención, al desviar al poste un remate cercano y muy venenoso de Perisic.
Si las salidas por alto para atajar centros suelen ser el punto flaco de De Gea otro de sus puntos flacos pudo apreciarse en el 3-2 final de Croacia. El toledano no es portero que bloque casi ningún balón. Su tendencia natural es a despejarlos, muchos de ellos en corto, lo que puede provocar nuevos remates. Así sucedió en el tiempo añadido. Brekalo chutó desde dentro del área, De Gea despejó en corto y Jedvaj aprovechó para fusilar el gol de la victoria croata.
Al término del partido sólo un jugador de la roja quiso hablar de la actuación de De Gea. Fue Sergio Busquets y obviamente defendió a su compañero: “No es un partido para criticar ni la derrota ha sido culpa de David”, explicó el catalán.
Los números de De Gea en su club, el Manchester United, también son peores que los de sus competidores directos para el puesto. En la lista de Luis Enrique estaban también Kepa y Pau López. Esta temporada De Gea encaja un gol en el United cada 62 minutos; Pau López, en el Betis, cada 72. El mejor parado es Kepa en el Chelsea, cuyo promedio es encajar uno cada 160 minutos. El debate sobre la portería se ha reabierto tanto que hasta Iker Casillas se ha ofrecido para regresar al puesto. Iker tiene ya 37 años.