Aleix Gómez
JUGADOR DE BALONMANO
Con sólo 21 años, el sabadellense Aleix Gómez se ha convertido en uno de los puntales del Barça Lassa de balonmano, del cual es el máximo goleador en la Champions. Un fruto del talento y el trabajo de la cantera blaugrana.
Cuando a la mayoría de pilotos se les preguntaba por sus ídolos, si eran de motos respondían Valentino Rossi, y si eran de coches, Ayrton Senna. Aleix Gómez Abelló (Sabadell, 1997), extremo derecho del Barça Lassa, tampoco tiene dudas sobre su héroe de infancia: “Nunca tuve, ni ídolo ni referente. Yo juego y me lo paso bien, sin fijarme en nadie. Sí intento coger el tiro de Víctor (Tomàs), pequeñas cosas de muchos jugadores, y hacerlas a mi manera. Pero si te digo la verdad, tampoco veía mucho el balonmano...”. Así es Aleix Gómez, con sólo 21 años ya uno de los puntales del Barça: es su máximo goleador en la Champions (35 goles, empatado con Dika Mem), con una media de 5 goles por partido en Europa, donde vuelve hoy a jugar, ante el Vardar (19h).
Escuchándolo y viéndolo jugar, Gómez acaba dando la razón a su entrenador, Xavi Pascual, quien lo hizo debutar en el primer equipo hace cuatro años, un 1 de octubre del 2014 ante el Cuenca (marcó un gol). “Su punto fuerte es el pasotismo que tiene, un desparpajo fuera de lo común. Hay veces que lo colgarías. Él disfruta tanto jugando... El día que deje de interpretar el balonmano como un juego perderá todo lo que tiene. Es un jugador con un carácter peculiar”, dice Pasqui, que no ha dudado en dejar en el banquillo al capitán, Víctor Tomàs, en los dos últimos cursos, en los que Aleix se ha ido ganado la titularidad.
“Víctor es incuestionable porque dentro de un equipo no sólo está el 40x20, pero está claro que Aleix está en un estado de forma extraordinario; y ahora Víctor lo está ayudando, como lo ayudaron a él. Pero tenemos que ser conscientes de que Aleix no deja de ser un crío de 21 años, y también tendrá bajones, como todos. Los dos forman una pareja extraordinaria que pueden ir rotando y dan una confianza brutal”.
El capitán, a pesar de ser un daño colateral de la expansión de Aleix
LA VISIÓN DEL ENTRENADOR “Su punto fuerte es ese pasotismo, una osadía fuera de lo común, a veces lo colgarías; disfruta jugando”
Gómez, se quita el sombrero con el joven de Sabadell. “Tiene un talento increíble, y un físico adecuado (1,82 m y 78 kg), perfecto para nuestra posición. Es un jugador con más fuerza de lo que parece, y tiene una intuición en defensa para saber dónde estar y cuándo salir a robar... Es muy listo, muy completo y con un futuro brillante”, se inclina Víctor, que encaja con deportividad la suplencia. “Se merece todos los minutos que está teniendo en pista”.
De que Aleix es el relevo natural de Víctor Tomàs (33) no tiene ninguna duda Toni Gerona, el técnico que lo llevó del OAR Gràcia de Sabadell a Can Barça cuando el chico era infantil de segundo año, con 13 años. “Si todo el mundo veía que Gonzalo sustituiría a Barrufet en la portería, el caso de Aleix es igual: cuando se retire Víctor, el Barça quizás fichará a otro extremo, pero Aleix ocupará su sitio si sigue trabajando como lo hace”, cuenta desde Túnez el ahora seleccionador de las Águilas, que era director técnico de la base del Barça cuando ficharon a Aleix. “Habíamos oído hablar de él. Los zurdos van muy buscados. Era un jugador muy talentoso y versátil, capaz de hacer muchas cosas y de forma simple, no le suponía un gran esfuerzo. Es uno de aquellos jugadores que no necesitan virguerías para lucir”, recuerda.
En el Barça fue quemando etapas muy rápido. Solía jugar en una categoría por encima de la que le tocaba. La explosión la hizo al cambiar de lateral a extremo; una conversión consensuada entre Gerona y Pascual. “Sabía que con mi físico no podría hacer nada de lateral”, admite Aleix, que se sorprende de su rápido crecimiento. “Me están saliendo bien las cosas, pero es gracias a todo el equipo. Me han acogido muy bien, como si fuera el niño pequeño... De hecho, de cuerpo soy el más pequeño, y de edad, el segundo (el benjamín es Mem, por 3 meses)”, dice el extremo, que recuerda que “los primeros días estaba muy nervioso por las estrellas que había” en un equipo, en el 2014, con Karabatic, Rutenka, Lazarov, Morros...
En el vestuario Aleix ha tenido a Víctor de padrino y a Aitor Ariño de taxista, ya que aún no tiene carnet. “Me lo estoy sacando... Soy un poco perezoso. Así que voy en transporte público, desde Sabadell en tren, y por la ciudad en bus, Tram y a pie. Pero cuando tenga coche también iré en transporte”. Aún puede disfrutar del anonimato. “De momento no me reconocen por la calle. Un niño, una vez, en la playa, me conoció; me hizo ilusión”, dice Aleix, que tiene contrato con el Barça hasta el 2021. “Mi sueño es triunfar aquí; quiero estar siempre en este club”.