El dengue ya está aquí
Será el sexto caso español, tras los 5 de Madrid contagiados en Murcia y Cádiz
Un vecino de Badalona se ha convertido en la primera víctima autóctona del dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito tigre.
El mosquito tigre se extiende ya a un total de 506 municipios de Catalunya, 45 más que el año anterior; los viajes a los lugares más recónditos son cada vez más rápidos y frecuentes; y una meteorología influida por el cambio climático que alarga los periodos cálidos y húmedos suman un cóctel que tiene su riesgo. “La aparición de enfermedades emergentes era esperable. Tenemos ya el primer caso de dengue autóctono en Catalunya, el sexto en España en apenas un mes”, resume Joan Guix, secretario de Salut Pública.
En octubre se conocieron los primeros cinco casos autóctonos en Madrid que habían coincidido en estancias en Murcia y Cádiz, por lo que se cree que se infectaron por mosquitos de alguna de esas zonas.
El paciente que estrena localmente el dengue en Catalunya no se movió. Hay otros 52 casos identificados este año, pero todos ellos se infectaron en una zona del mundo donde es endémico, como la mayor parte de países tropicales y subtropicales. El primer caso autóctono se contagió por la picadura de un mosquito sin haber viajado. Sin salir del Barcelonès Nord. Fiebre muy alta, dolor de cabeza, manchitas en la piel como un sarampión. “Ahora está bien y perfectamente recuperado”, aseguran los responsables de Salut Pública.
“Recuerda haber sufrido picaduras unos días antes, pero alrededor no hemos encontrado mosquitos que estuvieran infectados. No hay virus circulando. Ni proximidad con otros afectados por la enfermedad importada en algún viaje”, explica Carme Chacón, subdirectora de Protección de la Salud.
“Es una situación que nos preocupa pero no genera ninguna alarma. El riesgo es bajo, pero existe. Y esperamos que empiece a aumentar el número de casos cuando se reemprenda la temporada de mosquitos, que este año ha alargado su presencia por las temperaturas cálidas”, explica Guix. También esperan más diagnósticos porque se conoce más. “Estamos continuamente volviendo a la literatura médica a buscar estas enfermedades que no habíamos visto nunca”, reconoce Guix.
Salut Pública pone el acento en dos acciones. Por un lado, que la población y los servicios sanitarios conozcan mejor estas infecciones, que en el 80% son asintomáticas, pero que se pueden contagiar mientras está activa. Y que en un número muy reducido de casos pueden ser graves (el dengue hemorrágico).
Pero sobre todo insisten en la lucha contra el vector, el mosquito tigre, el encargado de infectar. El tigre no era el habitual en este tipo de infecciones. En las zonas endémicas lo hace su pariente el Aedes aegypti, que se encarga de trasmitir eficazmente dengue, zika o chikunguña. Pero el Aedes albopictus, alias tigre, instalado cómodamente en el Mediterráneo, lo consigue con eficacia.
“Cuanto más haya, más posibilidades de que crezca el número de infectados a los que podrán picar y extender así más la enfermedad”, explica Mireia Jané, subdirectora de Vigilancia Epidemiológica. La infección genera inmunidad de por vida para ese tipo, pero el dengue tiene cuatro variedades. Y haber pasado por una infección resulta más peligroso para una segunda. Así que se trata de frenar como sea esa tendencia.
Los mosquitos que infectan viven a no más de 400 metros y el periodo de contagio dura entre 4 y 12 días. Por eso recomiendan vigilar que no haya agua en recipientes al aire libre y desagües (impide que críen), usar repelentes para evitar picaduras y proteger la piel con ropa para que no se traslade la infección a otros. “Tenemos que ser proactivos. No basta con la acción pública. Y hay que tomarse en serio la proliferación del mosquito”.
Cambio climático, la extensión del insecto y más viajes a zonas tropicales ayudan a una enfermedad emergente