La heredera de Inditex se casa en casa
Dos días de celebraciones y 400 invitados para la boda civil de Marta Ortega y Carlos Torretta
Marta Ortega, hija del fundador de Inditex, contrajo matrimonio civil ayer con el representante de modelos Carlos Torretta en la vivienda de Amancio Ortega y Flora Pérez en el paseo de la Dársena de A Coruña, el mismo escenario de la pedida de mano. A esta ceremonia, oficiada por el notario Francisco Manuel Ordóñez, amigo personal del patriarca, sólo asistieron los familiares y los más allegados de la pareja, como el decorador Pascua Ortega, padrino de bautizo del contrayente, y, por supuesto, el hijo de la novia, Amancio, de 5 años. En total, una cuarentena de personas.
La novia vistió una blusa de gasa plisada y falda larga con pinzas en rosa pálido de Pier Paolo Piccioli para Valentino Haute Couture. Como únicas joyas, lucía su anillo de pedida y unos pendientes de brillantes rosas. En su muñeca, un hilo de color azul. Del maquillaje y la peluquería se encargó Pablo Iglesias, responsable de la estética de estrellas como Penélope Cruz. Por su parte, el novio optó por un traje clásico azul medianoche hecho en Londres por una sastrería de Savile Row. El ramo de la novia, obra del francés Thierry Boutemy, estaba inspirado en la naturaleza gallega.
La boda de la hija del hombre más rico de España ha despertado tanto interés que la policía local tuvo que preparar un despliegue para gestionar el tráfico y las aglomeraciones alrededor del Real Club Náutico, donde tras la boda se celebró un cóctel para 400 invitados, algunos tan mediáticos como Alfonso de Borbón y su mujer, Eugenia Silva; el también modelo y actor Jon Kortajarena, Amaia Salamanca y su marido, Rosauro Varo, o Rafa Medina y Laura Vecino. Carlota Casiraghi, amiga de Ortega, y que dio a luz ha- ce apenas tres semanas, no asistirá a los fastos. También estaba en la lista de invitados la millonaria jinete Athina Onassis. Una lista que une el poder de los Ortega con la popularidad del novio y sus padres, Roberto Torretta y Carmen Echevarría, entre la jet set, algunos de cuyos miembros llegaron en avión privado.
Otros de los asistentes al cóctel en el Náutico fueron Alonso Aznar, hijo del expesidente del Gobierno; Carlos Cortina Lapique, Marco Severini, exmarido de Nieves Álvarez; los hermanos María y Marco Juncadella, el ex director general de Inditex Juan Carlos Rodríguez Cebrián y su familia. Y por supuesto no faltaron Mafalda Muñoz, hermana de la mediática cocinera Samantha Vallejo-Nájera, y su marido, Gonzalo Machado, que fueron quienes presentaron a la pareja, hace casi tres años, en el 40.º cumpleaños de Eugenia Silva.
Durante toda la mañana hubo un tráfico incesante de furgonetas negras con los cristales tintados entre los hoteles donde se alojan la familia del novio y los invitados y la casa familiar de los Ortega y el club Náutico. De una de ellas salía el músico Michael Blume, que presumiblemente amenizó la velada.
Esta boda está siendo mucho menos sobria y durará un día más que la primera con el jinete Sergio Álvarez-Moya en el 2012, a la que asistieron 200 personas, muchas de las cuales tuvieron que seguir la ceremonia religiosa en una pequeña capilla virtual construida especialmente para la ocasión. Los fastos continuarán hoy en Casas Novas, la hípica de Arteixo que el fundador de Inditex construyó para la única hija que tiene de su segundo matrimonio. Los 400 invitados deberán vestir de esmoquin y traje largo y el complejo ha sido totalmente adaptado con carpas, pantallas gigantes y una fila de hogueras.
Igual que hizo en su primer enlace, Marta Ortega ha pedido a sus invitados que destinen el dinero previsto para los regalos a una oenegé que trabaja con niños que padecen parálisis cerebral, como su hermano Marcos, hijo del primer matrimonio de Amancio Ortega con Rosalía Mera. A cambio, los novios han obsequiado a sus invitados con un estuche de cuero y un pintalabios recargable con las iniciales MC.
La novia vistió una blusa de gasa plisada y falda larga en rosa pálido de Valentino Haute Couture