El bramido uruguayo
‘El bramido de Dusseldorf’, de Sergio Blanco, irrumpe mañana en el festival Temporada Alta
Temporada Alta es la próxima parada de la gira de El bramido de Dusseldorf, la última pieza del dramaturgo francouruguayo Sergio Blanco, estrenada el verano del 2017. Con un recorrido internacional de más de 65 puestas en escena de la mano de directores como Sergi Belbel, el autor sigue investigando desde los últimos años la línea de la autoficción.
Este género, que permite llevar el yo hacia un amplio escenario de posibilidades, con aventuras a través de la ética, se encuentra adonde se dirige esta pieza de Blanco después del éxito de La ira de Narciso.
El bramido de Dusseldorf relata los tres días de la agonía y la muerte del padre de un autor de teatro en una clínica de esta ciudad alemana. Las razones por las que están en Dusseldorf articulan una narrativa que cabalga con tres incertidumbres: están allí porque quieren asistir a la exposición del célebre asesino en serie Peter Kür, porque han de firmar un contrato con una de las productoras más importantes de la industria pornográfica europea o bien para proceder con la conversión al judaísmo mediante la circuncisión en la famosa sinagoga de Dusseldorf. A partir de la única certeza de estar en la ciudad, la especulación entre las tres hipótesis dispara, de rebote, otras líneas paralelas, como la atracción de la muerte, la representación de la sexualidad y la búsqueda del más allá a través de la ley divina.
Los tres días de proceso son el pretexto para tratar todo lo que remueve la muerte en el siglo XX, que sobrepasa el estado de tristeza para moverse entre otros conceptos. Por otra parte, la muerte del padre, de la autoridad, abre el vínculo entre padre e hijo que divaga entre las zonas más oscuras del individuo y al mismo tiempo instaura el amor paternofilial de manera incondicional.
El reparto cuenta con tres de los actores principales del panorama uruguayo, Gustavo Saffores, Walter Ray y Soledad Frugone, que interpretan un total de diez personajes. El equipo artístico se acompaña de un “equipo técnico brillante; es como estar en un cuadro viviente”, reconoce Frugone.
La propuesta de Blanco El bramido de Dusseldorf que se incluye este domingo en el Temporada Alta en el teatro El Canal, en Salt, es la obra que lo ha consagrado como el mejor autor de su país, según los críticos de Uruguay. Este otoño llega a España en una relación entre el dramaturgo y Barcelona que va en aumento.
“La dramaturgia necesita de la ciudad. La poesía y la narrativa son más autónomas. Y siento que Barcelona me ha acogido muy bien siempre”, explica el autor y director francouruguayo.