Estragos de otoño.
Las fuertes precipitaciones provocan crecidas en ríos y rieras y obligan a los bomberos a realizar más de 300 actuaciones
Las intensas lluvias de ayer provocaron inundaciones en la demarcación de Girona, como la de la imagen, en la población de La Bisbal, y anegaron un buen número de carreteras, lo que afectó a la circulación.
Las comarcas de Girona, y en especial Figueres y otros núcleos cercanos, se llevaron ayer la peor parte del temporal de lluvia que azotó Catalunya. La causa fue la crecida de ríos y rieras de la zona y el desbordamiento del río Manol, lo que obligó a desalojar de forma preventiva a unas 80 personas. Entre los afectados, hubo 41 usuarios de la Fundació Altem de Figueres, dedicada a la atención de personas con discapacidad intelectual. Inicialmente fueron trasladados al equipamiento que la entidad tiene en el polígono industrial pero después las 21 personas que residen en Les Acàcies del Far de l’Empordà fueron trasladadas al hospital de Figueres para pasar la noche y el resto, derivados a sus casas.
En Vilatenim, el estadio municipal se inundó. Los bomberos y los servicios de emergencia evacuaron a una veintena de vecinos de las calles que conducen al estadio. Estos viales estaban desbordados. Muchos bajos quedaron anegados.
La lluvia obligó a cortar la C-260 en el tramo entre Figueres y Roses. El Ayuntamiento habilitó las dependencias del Consell Municipal y un matrimonio pasó ahí la noche. Otro núcleo, Palol de Vilatenim, quedó aislado. Las clases en todos los centros educativos de Figueres se han suspendido hoy a causa del intenso temporal. El alcalde de Figueres, Jordi Masquef, dijo que “hemos tomado la decisión prematuramente para garantizar la seguridad de los estudiantes”. Para los alumnos que acudan a clase habrá mínimos, según el Ayuntamiento. El Consell Comarcal, sin embargo, no ha suspendido el transporte escolar en la comarca.
Además, en la capital del Alt Empordà, el acceso en el Parc Bosc se cerró por el riesgo de caída de árboles y también quedó cerrado ayer el acceso al AVE desde la calle Avinyonet. “La lluvia fue muy abundante”, señaló el alcalde. Se acumularon en tan sólo unas horas por la mañana hasta 200 litros por metro cuadrado. “Determinadas zonas más bajas de la ciudad por naturaleza son inundables”, destacó Masquef.
Otro río que se desbordó fue el Daró a su paso por la Bisbal d’Empordà (Baix Empordà). El agua sobrepasó el puente del Embut y obligó a cortar el tráfico de vehículos y viandantes. “Son problemas históricos y cíclicos”, señaló el alcalde, Lluís Sais.
Los bomberos hicieron hasta el cierre de esta edición más de 250 actuaciones en la provincia de Girona (309 en Catalunya). En Girona, el Ayuntamiento cerró como medida preventiva el paso a las paseras del río Onyar, cuyo caudal era de unos 300 m3 por segundo de media, aunque se descartó que hubiera riesgo inminente de desbordamientos. Ayer se encontraba a la mitad de lo que haría falta para llegar a una situación de riesgo.
Según Protecció Civil, el suministro eléctrico se cortó unas horas en Llagostera (Gironès) y afectó un total de 1.433 abonados. El alcalde Fermí Santamaria explicó que en la zona afectada había el dispensario y que “las vacunas de la gripe que estos días se están subministrando tuvieron que preservarse en frío”.
Los bomberos ayudaron a salir de sus coches a una quincena de personas que cruzaron diferentes pasos cerrados por el temporal. La mayoría fueron conductores que se saltaron el precinto policial en carreteras secundarias. El conseller de Interior, Miquel Buch, pidió “respeto a las indicaciones porque el cierre de los accesos responde a una cuestión de seguridad”. En Caldes de Malavella (Selva) los bomberos tuvieron que ayudar a dos personas a salir del vehículo porque se habían quedado atrapadas en un paso inundable. “La gente ha pasado por ahí toda la vida. Se piensan que es un poco de agua y cuando están dentro el agua les cubre medio coche o más”, dijo el alcalde, Salvador Balliu.
Seis familias que pasaban el fin de semana en una casa de colonias en Mieres (Garrotxa) quedaron aisladas y tuvieron que pasar ahí la noche. Josep Flores, una de las 24 personas atrapadas, indicó en RAC1 que “por la zona pasan muchos afluentes, el agua baja con mucha fuerza”. El Servei Català de Trànsit cortó la circulación en una quincena de vías y en seis más el mal tiempo provocó caída de árboles y desprendimientos.