La última carrera
Pedrosa se retira con un 5.º y Lorenzo se va de Ducati con un 12.º en el cierre del Mundial
El cielo lluvioso de Cheste pone la nota melancólica a la despedida y cierre del Mundial 2018, en el que ya estaba todo decidido desde la gira asiática, y al adiós de Dani Pedrosa de la competición tras 18 años de éxitos y decepciones.
El cielo lluvioso de Cheste puso la nota melancólica a la despedida y cierre del Mundial 2018, ya todo decidido en la gira asiática, y al adiós de Dani Pedrosa de la competición. El menudo piloto de Castellar del Vallès dijo adiós a 18 años en el Mundial con un discreto 5.º puesto, a juego con su discreto campeonato, que acaba 11.º; su peor clasificación en los 13 cursos en una clase reina que siempre se le resistió. Deja para la historia tres títulos mundiales (dos de 250cc y uno de 125cc), 54 victorias, tantas como Mick Doohan (el 7.º absoluto), 294 carreras, el 3.º de todos los tiempos, y el recuerdo de un piloto fino, limpio y maltratado por las caídas.
“Es una sensación extraña”, decía Pedrosa en su última y multitudinaria rueda de prensa, después de ser recibido con una ovación en el box. “Me resultó raro que estos días todos me dijeran palabras bonitas; habría estado muy bien que hubiese sido más a menudo”, ironizaba el vallesano, que se ponía “la nota más alta que me podría poner”, y confesaba sentir “vértigo” ante el paso de bajarse de la moto, al menos en las carreras. Dani seguirá enrolado en el motociclismo como probador de KTM, al servicio de Zarco y de Pol Espargaró, uno de los triunfadores del día en una carrera pasada por agua, interrumpida en la vuelta 15 (de 27) y retomada a 14 giros, con múltiples caídas (13), entre ellos Márquez, Viñales y Rossi.
Pol, 3.º, logró su primer podio en MotoGP y el primero de KTM. “Es irreal, aún no lo creo. Las dos últimas vueltas se me han hecho eternas. Es un día para recordar en mi vida. No imaginas lo duro que ha sido este año, lo he pasado mal y acabar así es una gran recompensa”, decía el de Granollers, que ha vivido un calvario: sufrió una grave lesión en Brno, traumatismo cervical y fractura de la clavícula izquierda, que se volvió a romper y a operar por una caída en Alcañiz.
Meritorio también fue el segundo puesto de Álex Rins, que lideró la carrera hasta la bandera roja, pero claudicó en la segunda salida ante el empuje de Dovizioso, el ganador. “El año que viene voy a intentar luchar al máximo. Ahora soy mucho más constante y tengo más experiencia”, decía el de Nou Barris, que cierra el año con 5 podios (tres segundos puestos) y un enorme 5.º en la general de MotoGP.
Tampoco fue lucida la última carrera de Jorge Lorenzo con Ducati, 12.º, para acabar el año 9.º, también su peor temporada de las 11 que lleva en la clase reina. “Ha habido momentos difíciles. Estoy muy orgulloso del trabajo hecho –seguramente, sin mi llegada la moto no habría crecido tan rápido– y creo que el matrimonio con Ducati nos ha hecho más fuertes. En puntos, este año ha sido peor que el pasado. No tuve suerte ni al principio ni al final del campeonato. No logré el título, pero gané tres carreras y algo es algo. Tengo que estar triste porque el objetivo del título no se logró. Creo que tenía potencial para lograrlo si hubiera permanecido aquí”, hacía balance Lorenzo, que se estrenará con la Repsol Honda mañana en Cheste, cuando el Mundial 2019 echará a rodar con los primeros ensayos de pretemporada.