Oliver North
Tener mala nota de la Asociación Nacional del Rifle se convierte en un activo para los demócratas
PRESIDENTE DEL LOBBY DEL RIFLE
La Asociación Nacional del Rifle, que preside North (75), se ha dedicado durante años a puntuar a los candidatos que se presentan al Congreso, suspendiendo a aquellos demócratas que pedían alguna regulación de las armas.
La nueva mayoría demócrata del Congreso podría proponer la legislación más agresiva en décadas para reforzar el control de armas en Estados Unidos. El asesinato de 17 personas en un instituto de Florida en febrero marcó un punto de inflexión y sacó a la sociedad del fatalismo con que encajaba las cifras de muertes por armas de fuego, propias de un país en guerra. Las elecciones celebradas el día 6 reflejan ese cambio.
En total, 95 candidatos demócratas respaldados por el fondo Gifford –un grupo por la prevención de la violencia de las armas fundado por la excongresista Gabrielle Giffords, herida en el 2011 en un tiroteo que dejó seis muertos– han sido elegidos para la Cámara de Representantes. En algunos casos, el giro es radical: al menos 15 escaños que ocupaban republicanos bendecidos con la máxima nota de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en sus siglas en inglés) serán ocupados por otros tantos demócratas suspendidos por el poderoso lobby, según datos del Wall Street Journal.
El arma más eficaz de la NRA para frenar las restricciones legales a la venta y tenencia de pistolas y rifles no es su dinero, sino su capacidad para movilizar a los votantes republicanos con su clasificación de los candidatos en función de su actitud hacia las armas. Una A+ indica un candidato modelo, “sobresaliente” en su defensa. Una F, un suspenso. Pero este año, tener una mala nota ha dejado de ser un lastre para convertirse en un activo para algunos candidatos, que han incluido el tema en sus campañas o han aceptado ser respaldados por grupos de presión a favor de mayor control, como Everytown for Gun Safety, financiado por el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. La NRA se dio cuenta hace unos meses de que la clasificación podía ser utilizada en su contra por sus enemigos y retiró la información de su web.
Nunca como ahora ha habido tantas armas de fuego en Estados Unidos pero nunca han estado concentradas en tan pocas manos. La masacre en una sinagoga de Pitts- burgh a diez días de las elecciones y la muerte de doce jóvenes en California 24 horas después de abrir las urnas han sido un recordatorio de la urgencia por aprobar nueva legislación federal. El duelo por las víctimas se transformó de inmediato en enérgicos llamamientos para aprobar leyes en lugar de enviarles “condolencias y oraciones”.
El 61% de los estadounidenses está a favor de nuevas medidas de control, según la encuesta a pie de urna de AP VoteCast. Conforme los jóvenes que han crecido con el temor a sufrir un tiroteo en sus escuelas lleguen a la edad adulta y voten, la tendencia irá a más, afirma Bill Galston, analista de Brookings Institution. “Si les preguntas qué experiencia vital ha sido más formativa para su vida adulta, los tiroteos escolares están muy arriba de la lista”, comentó durante un reciente debate en Washington. “Es el presagio de un futuro diferente. Esos jóvenes son el futuro y eventualmente el giro se producirá”, vaticinó Galston.
La demócrata Lucy McBath, exazafata de Delta Airlines cuyo hijo de 12 años fue asesinado a tiros por un hombre que decía que tenía la música demasiado alta, ha sido elegida por un distrito de Atlanta (Georgia). Era la portavoz nacional del grupo procontrol de armas Moms Demand Action y se impuso a Karen Handel, que tenía una A de la NRA. En estados muy apegados a las armas como Virginia, dos mujeres con experiencia en seguridad nacional (Abigail Spanberger y Elaine Luria) a favor de leyes más estrictas han derrotado a republicanos proarmas. Aún quedan demócratas en áreas rurales contrarios a nuevas leyes de control pero en estas elecciones la NRA sólo ha hecho donaciones a tres candidatos, diez veces menos que en el 2012.
La medida sobre la que hay mayor consenso es universalizar los controles de antecedentes. El 91% de los estadounidenses lo apoyaba en febrero, incluidos votantes republicanos y miembros de la NRA (que se opone). También se piensa en imponer restricciones a la venta de armas de asalto. Esto es EE.UU. y la posesión de armas es un rasgo de identidad para una parte (menguante) de la sociedad. Los cambios serán graduales. Pero por primera vez, las campañas procontrol han superado a los defensores de las armas no sólo en pasión sino en dinero, hasta el punto de que han recaudado más fondos que el lobby de las armas. Las propuestas demócratas pueden poner en aprietos a los republicanos ante una opinión pública en plena transformación.
MARCADOS POR EL MIEDO
La actitud de los jóvenes es “el presagio de un futuro diferente”, vaticina Galston
GIRO EN LA OPINIÓN PÚBLICA Por primera vez, las campañas pro control de armas han contado con la pasión y el dinero