La Vanguardia

Los bávaros del sur

Andalucía parece encaminars­e hacia un leve reequilibr­io entre izquierda y centrodere­cha

- CARLES CASTRO

La pérdida de la mayoría absoluta de los democristi­anos alemanes en las recientes elecciones del estado de Baviera es la prueba definitiva del declive de los grandes partidos, tras un terremoto que ha sacudido el mapa electoral de las democracia­s europeas. En Andalucía, ese seísmo comenzó a perfilarse hace más de seis años, cuando el PSOE perdió nueve puntos de cuota electoral autonómica y quedó por debajo del 40% de los votos, algo que sólo había ocurrido en 1994 como resultado puntual de la crisis económica y los escándalos de corrupción. Sin embargo, dos años después y durante más de una década, el socialismo se recuperó y se mantuvo en torno al 50% del voto.

En las andaluzas del 2012, arrastrado por el descrédito de las políticas de ajuste de Rodríguez Zapatero y por el escándalo de los ERE, el PSOE perdió la condición de primera fuerza y se dejó por el camino un capital electoral que, probableme­nte, ya no volverá jamás. De hecho, en los comicios del 2015, con una candidatur­a renovada y frente a un Partido Popular que pagaba ahora sus propios escándalos de corrupción y su dura política de ajuste, el PSOE obtuvo poco más del 35% de los votos: el peor resultado de su historia. Ahora bien, el escenario había cambiado y mucho.

En el 2015, el PP cayó 14 puntos y surgieron nuevas ofertas en el espacio de centro derecha (Ciudadanos) e izquierda (Podemos). Lo que no cambió fue la correlació­n entre izquierda y centro derecha. Podemos e IU sumaban algo más que la Izquierda Unida anguitista de 1994, lo que junto a los votos del PSOE dejaba el espacio de izquierda en unas magnitudes casi intactas (por encima del 55%, como en 1996, el 2004 o el 2008). A su vez, y tras el momento crítico del 2012, cuando el PP atrapó casi todo el sufragio del centro a la derecha y rozó el 41% de los votos, en los comicios del 2015 el centro derecha –dividido ahora entre el PP y Cs– volvía a las dimensione­s en que lo había situado Aznar en el año 2000: en torno al 38% del sufragio.

Lo llamativo de los comicios de hace tres años fue el retroceso electoral del espacio conjunto de centro (ocupado hasta el 2004 por el andalucism­o) y centro derecha (que hoy componen el PP y Cs), que quedó más de seis puntos por debajo de sus récords del 2000 y el 2012 (cuando sumó más del 45% del sufragio). Y lo llamativo ahora es que los sondeos parecen proyectar un cierto reflujo del espacio conjunto de izquierdas (que podría caer al 52% del sufragio, como en el 2000), aunque sin que el centro y la derecha recuperen el territorio que llegaron a ocupar en el 2000 o el 2012.

En definitiva, el paso del tiempo está reequilibr­ando en Andalucía la correlació­n entre izquierda y derecha, de una forma sustancial si se compara con las magnitudes hasta 1990 (cuando PSOE e IU superaban el 60% de los votos), pero muy lentamente si el contraste se efectúa con los resultados de las últimas décadas. Igual que en Baviera, donde el peso electoral de la derecha sociológic­a sigue muy por encima del 50% pese al reciente descalabro de la CSU, en Andalucía la izquierda sociológic­a retrocede muy pausadamen­te frente a un centro derecha cuyo relato tropieza con una realidad social bastante impermeabl­e.

PSOE y Podemos e IU podrían retroceder con respecto al 2015, pero el sufragio del centro a la derecha apenas avanza

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain