“El humor es un arma de construcción masiva”
Tengo 41 años. Nací en A Coruña y vivo en Madrid. Soy guionista. Vivo en pareja y no tengo hijos. ¿Política? Decepcionado de los políticos, ¡no me rindo!: hago humor constructivo. ¿Creencias? No comulgo con las religiones: que después de la vida no haya nada ¡es lo que le da sentido!
Prefiere la nada a otra vida después de la vida? ¡Es la gracia de la vida! Que tenga un final. La vida tiene sentido porque se acaba. Como en una película: The end. ¿Y qué me dice de las series? También acaban... excepto ciertos culebrones. Y la religión propone un culebrón de infinitos capítulos, ¡eterno! No le veo la gracia.
¿No le preocupa morir, entonces?
No, yo entiendo la vida como un hotel: estás poco tiempo y te llevas todo lo que puedes.
¿Qué se llevará usted, Piedrahita?
Me llevo el presente de cada instante. Porque la vida es lo único que no puedes posponer: ¡la vida es ahora! Luego... no habrá nada.
¿Cómo vive usted su vida?
Haciendo lo que más me satisface: me subo a un escenario tras otro... para hacer reír.
¿De qué modo hace reír?
Podría sacarme la chorra, que es muy graciosa..., pero prefiero otras sutilezas, un chispazo de reflexión, un cosquilleo cordial...
¿Qué es el humor, para usted?
Un arma de construcción masiva.
Explíqueme esto. Todo humorista dispone de dos vías: destruir o construir. O bien destruir lo que no me gusta: la injusticia, el tirano, el abuso... O bien construir lo que me gusta: alguna situación poética, mágica, imaginativa...
Y usted decide eligir la segunda ¿por temperamento?
Sí..., y porque es menos frecuente. El humor destructivo, corrosivo, cáustico, lo tienes en
El Intermedio, por ejemplo. Y es necesario...
Pero usted trabaja el otro, el poético.
Sí, es el que me atrae: el humor de Gila, de El Mundo Today... El antecedente de ese tipo de humor es el de La Codorniz, que adoro.
Pero eso es de hace ya muchos años ....
Veo hoy los monigotes de Tono... ¡y me río! Como éste: “Hombre, don José, le veo cambiado”. “No soy don José”. “¡Más a mi favor!”. En otro, un tipo mira desde un puente: “Y pensar que a este río lo he visto nacer...”.
Ja, ja...
El humor reside en la sorpresa, en el final inesperado, imprevisto. El humor es colocar algo dónde no tocaba. ¡Eso lo dijo Schopenhauer! En el humor y en la magia es imprescindible que el espectador no te vea venir...
¿Iguala hum ory magia?
El humor es una magia. Y la magia con toque
vía... humorístico es la que a mi me cautiva.
¿Desde cuándo practica el ilusionismo?
De niño vi por la tele al grandioso Juan Tamariz..., y empecé a practicar con naipes. Y admiro también a Gabi Pareras.
¿Quién es?
¡Es el mejor cartomago del mundo! ¿No lo conoces? Es de aquí, es catalán.
¿En qué es muy bueno usted?
En numismagia: magia con monedas. Consigo efectos potentes: hago que una moneda quede atrapada dentro de un cristal...
Es usted ilusionista, humorista, monologuista, guionista...
Y nada de eso estaba previsto.
¿Ah, no? De niño, ¿qué quería ser de mayor?
¡Sigo sin saberlo! No me he atado a un plan, sigo una sabia ingenuidad: van apareciendo puertas en el camino, y voy abriéndolas...
Y una le ha llevado a El hormiguero.
Y ahí he compartido juegos con artistas de Hollywood muy famosos...
Cuénteme algo de alguno: Tom Cruise.
Es un niño que quiere jugar, ¡hasta el extremo de verse obligado contratar a personas que no le dejen jugar!
Will Smith...
Es lo mismo que Denzel Washington, que Jennifer Aniston, que Gwyneth Paltrow...
¿Qué quiere decir?
Que todos los grandes artistas ponen todo de su parte para que el show sea bueno: no rivalizan, no buscan su brillo particular, sino que ese espectáculo funcione muy bien.
¿Quién le ha sorprendido más?
Martin Sheen: su mirada era pura curiosidad, conserva intacta su capacidad de sorpresa. ¡No está de vuelta! Es de los que siempre están de ida... Siempre estará yendo.
¿Hacia dónde?
Hacia la maravilla de la vida. ¡Miremos así!
¿Y qué más le gusta a usted hacer?
Leer sobre ciencia. Ahora estoy devorando enterita la obra de Jorge Wagensberg, y aprendo algo nuevo a cada línea...
Comparta algo que haya aprendido.
La fastuosa complejidad de lo real... Y también cómo somos a la vez deterministas si fracasamos (“¡era inevitable!”) e indeterministas si triunfamos (“¡ha sido mérito mío!”).
¿Y qué es triunfar, com ohu morista?
Cosquillear los cerebros mediante el ingenio... y llegar al corazón mediante la emoción. A eso aspiro con mi espectáculo.
Regáleme alguna perlita de lo que cuenta en su actual espectáculo.
Entras en el ascensor de casa, y si oyes que alguien se acerca... ¿verdad que no esperas y quieres que las puertas se cierren rápido?
Pues... es verdad.
¡El ascensor extrae lo peor de ti! Puedo imaginar a la madre Teresa de Calcuta apretando fuerte el botón de cierre de puertas... porque ha oído que se acerca Gandhi...