El hijo del general
Un diario japonés revela la identidad del soldado norcoreano que desertó
Su espectacular deserción de Corea del Norte, bajo un lluvia de balas que lo dejaron malherido, dio la vuelta al mundo el año pasado. Un diario japonés afirmó ayer que aquel soldado desertor es el hijo de un general que, además, asegura que la mayor parte de norcoreanos de su edad no sienten ninguna lealtad hacia Kim Jong Un.
El diario Sankei Shimbun publica lo que sostiene es la primera entrevista de Oh Chong Song, de 25 años. Los servicios de inteligencia japoneses, afirma el periódico, han confirmado su identidad. El joven desmiente informaciones de la prensa surcoreana según las cuales huyó porque era buscado por asesinato. Según su relato, todo comenzó cuando tras una disputa con sus amigos bebió demasiado. De regreso, se saltó un puesto de control y le invadió el pánico. “Tuve miedo de ser ejecutado si volvía atrás, entonces decidí cruzar la frontera”, dice. No se arrepiente de haber huido.
La secuencia, grabada por las cámaras en la frontera surcoreana, es dramática. El 13 de noviembre del 2017 el soldado llegó a toda velocidad en un todoterreno a la frontera en Panmunjom, localidad turística donde es raro que se produzcan deserciones. El vehículo quedó atascado y él salió corriendo, sin armas. Estaba a 50 metros de la frontera. Detrás, cuatro soldados norcoreanos de élite con kalashnikov. Le dispararon más de 40 tiros, de los que siete le alcanzaron. Malherido pudo cruzar la línea de demarcación y ser rescatado por militares surcoreanos. Estuvo varios días debatiéndose entre la vida y la muerte.
Oh dice que comprende a sus antiguos compañeros que le dispararon. “Si no hubiesen abierto fuego, se exponían a un castigo severo. Yo en su lugar habría hecho lo mismo”.
A pesar de sus condiciones de vida privilegiadas como vástago de un alto cargo militar del régimen, el joven afirma sentir “indiferencia” hacia el líder norcoreano y cree que el sentimiento es compartido. “En Corea del Norte, el pueblo y especialmente las generaciones jóvenes son indiferentes los unos con los otros, con la política y con los dirigentes. No hay ningún sentimiento de lealtad”, sentencia.
También relata el ambiente de tensión que se vivía en el país. “Tenía realmente la sensación de que estábamos al borde de la guerra con EE.UU.”, dice Oh.
El diario japonés acompaña la entrevista con un vídeo del joven vestido con una americana negra y que habla con un ligero acento norcoreano. No se ve su rostro. Lee Cook Jong, el médico surcoreano que le curó, explicó hace un mes que ya tenía empleo, se había comprado un coche y casi había perdido todo su acento norcoreano.