El Parque de las Tres Naciones: la naturaleza se protege en común
ANDORRA, FRANCIA Y ESPAÑA CON UN ÚNICO OBJETIVO: LA PROTECCIÓN DE UN ESPACIO NATURAL, EL PARQUE PIRENAICO DE LAS TRES NACIONES
Es uno de los espacios naturales más ricos, sorprendentes y mejor conservados de Europa. Una joya paisajística para privilegio de las tres naciones que atraviesa y que lo comparten: Andorra, España y Francia. Alinear una misma estrategia para la defensa y la protección del Pirineo era un proyecto ampliamente demandado que este verano, por fin, se ha materializado. El resultado, la aprobación de una marca inédita que, bajo una sola identidad, gestionará y promocionará una de las áreas transfronterizas protegidas más extensas de Europa: el Pirineo. El Parque de las Tres Naciones nace así con una vocación: unir un patrimonio natural único.
En total, engloba cuatro espacios naturales: el Parc Natural de l'Alt Pirineu, el Parque Natural Regional Pyrénées Ariégeoises, el Parque Natural de Sorteny y el Parque Natural Comunal Valls del Comapedrosa. Tres de ellos, unidos por una cima de casi 3.000 metros de altitud: el pico de Medacorba, en Andorra. Una gran área, la primera en Europa de estas características, que suma más de 428.700 hectáreas e implica a 158 municipios –141 franceses, 15 catalanes y dos andorranos.
El Parque de las Tres Naciones se alza como una de las zonas del Pirineo más valoradas, sobre la que, por fin, se articulará un protocolo en común para la promoción conjunta, la dinamización socioeconómica y los intercambios en materia de sostenibilidad y patrimonio cultural, y que también supondrá la creación de una web y mapas unificados. Un compromiso que se empezó a gestar hace nueve años, con la creación del Parque Natural Regional Pyrénées Ariégeoises. El artífice, de hecho, fue el ya difunto pirineísta Michel Sébastien. Su pasión por la montaña,
Un parque inédito en Europa que nace con una vocación común: unir un patrimonio natural único
el paisaje y la naturaleza pirenaicos puso las bases para la creación de un espacio transfronterizo protegido para mejorar la gestión de su patrimonio más allá de los límites administrativos. Un deseo que se materializó el pasado 24 de agosto, con la firma del protocolo para la creación del Parque Pirenaico de las Tres Naciones, la puesta de largo de un camino en común para las cuatro administraciones naturales que lo integran.
Al acto acudieron el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya, Damià Calvet, en representación del Parc Natural de l'Alt Pirineu; el cónsul mayor de la Massana y presidente del órgano rector del Parque Natural Comunal Valls del Comapedrosa (Andorra), David Baró; el cónsul mayor de Ordino y presidente del órgano rector del Parque Natural de Sorteny (Andorra), José Ángel Mortés, y el presidente del Parque Natural Regional Pyrénées Ariégeoises (Francia), André Rouch.
Con la integración, el Parque Pirenaico de las Tres Naciones se confirma como uno de los reclamos paisajísticos mejor conservados del planeta. De hecho, la línea fronteriza que agrupa a los cuatro parques es la zona más extensa de los Pirineos sin afectación de ninguna gran infraestructura transfronteriza, como carreteras, vías de tren o líneas eléctricas de alta tensión. Un pulmón verde salpicado de parajes de gran atractivo paisajístico: de oeste a este, el Mont Valier, Bonabé, el puerto de Salau, Montroig, Noarre, el puerto de Marterat, Certascan, el llano de Boavi, el circo de Cagateille, las cascadas de Ars, el llano de Boet, el valle de Solcén, el circo de Baiau, el Comapedrosa y el valle de Sorteny. Destaca el macizo de la Pica d’Estats, donde se agrupan los picos de más de 3.000 metros, como la Pica (3.143 m), el Montcalm (3.077
m) y el Sotllo (3.073 m).
La creación del parque da lugar a un enclave compartido en el que, además, también están presentes las mayores poblaciones de especies de fauna pirenaica en peligro de extinción, como el desmán, la perdiz blanca, el urogallo y el oso pardo, así como la cabra montés, reintroducida en 2014, y varias razas domésticas autóctonas, como la oveja pallare aranesa y tarascon el caballo Castill nais, el catalán renaico y la v parda, la pall resa y la cas
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una especie ha hecho del P neo su residenci exclusiva en todo e do. También están re tados todos los pisos vegetales pirenaicos, desde la llanura atlántica, en la montaña submediterránea, pasando por los diferentes estratos altitudinales y de exposición. Un escenario que, en general, acoge una muy buena representación de los hábitats de bosques subalpinos y montanos de coníferas y caducifolios de los Pirineos, prados alpinos, lagos y turberas de alta montaña con un buen estado de conservación.
Con una extensión tan vasta de prados, no es de extrañar que la zona tenga una actividad ganadera extensiva activa, que ha contribuido a conservar un paisaje de mosaico diverso. Entre prados floridos, pastos, matorrales y bosques, el parque esconde también un patrimonio cultural asociado en forma de cabañas, caminos ganaderos, cercados, ordeñaderos y bordas.
En total, un capital natural de valor incalculable que clamaba una actuación unificada: el nuevo modelo de ges tión compartida entr Andorra, Españ Francia.
Antes de fo malizarse l creación del Pa que de las Tr Naciones, el an helo de colaboración en el Pirineo ya se había hech tangible en otras i ciativas, como I terreg POCTEFA GREEN, un proyecto de cooperación transfronteriza entre espacios naturales del Pirineo. Este en concreto reúne a 22 socios españoles, andorranos y franceses que comparten desafíos similares para la preservación, la gestión y la puesta en valor de los territorios del macizo pirenaico.
Detrás está FORESPIR, una agrupación franco-españolaandorrana que tiene como objetivo contribuir al mantenimiento y al desarrollo de las funciones económicas, ecológisociales
de los sques del Pirineo y ue fue creada en 1999. La biodiversidad constituye un patrimonio común de la humanidad (y, especialmente, de los habitantes del sudoeste de Francia, de España y de Andorra) y es el soporte de numerosas actividades, como la agricultura, el turismo y la silvicultura”, explica Sébastien Chauvin, director de FORESPIR y una de las personas que mejor conocen la necesidad de cooperar en el ámbito pirenaico. Según Chauvin, son muchos los desafíos que supone la preservación y el mantenimiento de la biodiversidad del Pirineo.
“En los últimos decenios, se han puesto de manifiesto la fragilidad de la biodiversidad y las amenazas a corto plazo con invasiones biológicas, alteración de los hábitats naturales, uniformización de los paisajes, cambio climático, fragmentación de los hábitats que dificultan la circulación de la fauna y de la flora, etc., lo que pone en peligro el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza”, valora el director de FORESPIR.
En el parque están presentes las mayores poblaciones de especies de fauna pirenaica en peligro de extinción
Cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el desafío del programa de cooperación territorial EspañaFrancia-Andorra Interreg POCTEFA GREEN es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza que, como en el caso del parque, implica a estos tres países. "El objetivo principal del proyecto es poner en red a los gestores de espacios naturales para que coordinen sus acciones y contribuyan así a la emergencia de estrategias transfronterizas y a la experimentación de soluciones para el seguimiento y la protección de los espacios terrestres y acuáticos, la restauración de la biodiversidad y de las continuidades ecológicas en las zonas amenazadas", destaca Chauvin.
La colaboración transfronteriza es una necesidad largamente demandada donde los cuatro parques implicados en el espacio de las Tres Naciones ya están trabajando en acciones diversas conjuntas, como la valorización de los productos ganaderos, la mejora de la biodiversidad de hábitats de pasto, lagos, turberas y bosques, etc. No obstante, esto no siempre ha sido así. Es cierto que los cuatro espacios naturales "se conocían entre sí, se reunían anualmente y puntualmente realizaban proyectos en común", recuerda Sébastien Chauvin, que añade: "Pero lo hacían sin una visión compartida y sin intercambiar realmente los conocimientos importantes, el saber hacer y experiencias que tenían cada uno. Las acciones realizadas a favor de la biodiversidad en los territorios seguían ritmos diferentes, no eran compartidas ni eficaces frente a los retos y las amenazas globales que conciernen a todo el Pirineo". En respuesta a esta necesidad, la comunicación se hace clave para una correcta gestión.
Experiencias compartidas que desde FORESPIR llevan dos décadas trabajando. Por ejemplo, desde GREEN han creado una plataforma informática de intercambios entre gestores de espacios naturales con información en forma de fichas con experiencias simples. "Cuando un colega de Catalunya se encuentra con un problema sobre un tema, puede comprobar si un compañero de otro espacio ha detectado el mismo problema en su territorio, al otro lado de la frontera o en otra comunidad autonómica", describe.
Tras la formalización del espacio común del Parque de las Tres Naciones, se ha puesto en marcha una comisión de trabajo conjunto para estudiar y programar acciones para desarrollar en los próximos años. Crear un logotipo identificativo común, la publicación de un mapa divulgativo del parque y un apartado específico sobre este para la web de cada uno de los parques que lo integran son algunas de las primeras acciones que se están llevando a cabo, junto con otras actuaciones conjuntas de promoción de productos locales en ferias, mercados e intercambios con el mismo objetivo en común: proteger aquello que no ha unido el hombre, pero sí la naturaleza.
La colaboración transfronteriza es una necesidad largamente demandada por los cuatro parques