Música de cámara
Lars Vogt, piano Lugar y fecha: L’Auditori, 21/XI/2018
Un estupendo recital en este ciclo de cámara, a pesar del desconcierto inicial, porque deja lugar a la reflexión, y durante la extensa versión de las Variaciones Goldberg de Bach, la sala, llena, mantuvo un silencio expectante y gozoso. Puedo interpretar que ese gozo fue generado por una propuesta bachiana realmente virtuosa, llevada a una peligrosa velocidad, pero digna de un pianista con gran técnica que además del virtuosismo fue capaz de expresar una exquisita variedad sonora, con una rítmica y un fraseo sutil, un tratamiento muy claro en la arti- culación del discurso y en las voces de los fugatos y juego de contrastes, y una sonoridad redondeada. Sin duda Bach ofrece un material maleable y en este caso Vogt sacó partido muy generoso de sus posibilidades rítmicas y de contrapunto, que además –puede gustarnos más o menos la interpretación– pero creo que no va en contra de las esencias. Así, las Variaciones Goldberg recibieron un efusivo aplauso como merecido premio.
Lo que resultó desconcertante fue su versión de cuatro Impromptus (Do menor, Mi bemol mayor, Sol bemol mayor y La bemol mayor) de Schubert, obras maestras de referencias, que interpretó en la primera parte. Desde el acorde inicial que sonó demasiado exteriorizado, marcial, y que –entiendo- es en realidad forte pero hacia adentro, como contenido, y que tiene continuidad en el tema que mantiene la tensión, pero no con una articulación tan marcada que le quita propiedad, como se hizo en esta ocasión.
Así comenzó un discurso en el que puso de manifiesto en algún caso falta de claridad en la articulación, y desequilibrios en la mano derecha, supuestamente por la velocidad con que emprendió su versión de estas piezas, con desajustes incluso en la valoración de los motivos. ¿Será porque hay diferencias sustanciales entre el lenguaje de Bach y el de Schubert, y que el gran maestro germano tiende más –en su proyección en el romanticismo– a Chopin –al menos en el piano– que al gran vienés, que se distancia además de su cuasi contemporáneo Beethoven en mayor introspección lírica?
Ah, se anuncia para el día 20 de enero otra propuesta única: Josep Colom y la Música Callada...