A lo grande
Els Amics de les Arts Lugar y fecha: Palau de la Música (23/XI/2018)
El pop de Els Amics de les Arts reúne letras ingeniosas, melodías pegadizas y sentido del humor. Una fórmula que a priori costaba de imaginarse con vestido orquestal, por mucho que hayan hecho algún pinito. Pero superaron la prueba en un Palau lleno a rebosar, de entregados fans y de músicos que apenas cabían en el escenario.
La velada la inició la Orquesta Baetulo, dirigida por Joan Martorell, también coautor de los arreglos, con una Obertura a lo banda sonora que dio paso a los cuatro miembros para repartirse las estrofas de Louisiana o els camps de cotó .A continuación vino Els bons fotògrafs, con guitarra deslizante y caricia orquestal, antes de ironizar y justificar su paso por el festival de jazz con un breve guiño al swing.
El tono narrativo y jocoso de L’home que dobla en Bruce Willis precedió a L’arquitecte, que interpretaron en la platea, y al primer clímax de L’home que treballa fent de gos. Con El vent tallant volvería el tono melancólico que permitió lucirse a la sección de cuerda en el preludio del gran final de la primera parte con 30 dies sense cap accident y Jean-Luc.
Después, ya con el Cor de Noies de l’Orfeó Català, en Les coses y Ja no ens passa, la euforia de los fans, puestos en pie y palmeando, supuso un obstáculo para saborear el trabajo orquestal. Retirado el coro y bajando el ritmo se pudo disfrutar de las caricias de los arreglos en La llum que no se’n va antes de volver a los pareados de El matrimonio Arnolfini
bajo el dominio de la sección de metal.
En el último tramo el jolgorio sepultó de nuevo los detalles de El seu gran hit y el aroma de musical de Bed & Breakfast, coprotagonizada por una de las chicas del coro, precediendo la despedida acústica y sentimental de La taula petita.
Como no tenían nada más preparado en el bis repitieron Ja no ens passa, mientras la platea de llenaba de carteles con “Gràcies, Edu” para despedir a Eduard Costa.