Demasiados dulces
Sant Boi detecta exceso de peso entre el 30% de sus niñas y niños de 3 a 6 años
Sant Boi de Llobregat ha estudiado el exceso de peso y los factores que influyen en él en 854 niños y niñas de entre tres y seis años, y tres de cada diez párvulos ya presentan obesidad o sobrepeso.
Sant Boi ha estudiado el exceso de peso y los factores que influyen en él en 854 niños y niñas de entre 3 y 6 años. Y tres de cada 10 párvulos ya presentan obesidad o sobrepeso.
Es el mayor estudio de una misma población seguida durante varios cursos realizado en España y ha sido un empeño del ayuntamiento con la ayuda de la fundación de los hermanos Gasol. Lo realizan (el estudio continúa) en 16 escuelas de zonas muy distintas de la ciudad y los resultados también difieren en función de las diferencias socioeconómicas de los participantes.
Al margen de la consabida baja adherencia a la dieta mediterránea, considerada la más diversa, completa y saludable que se puede realizar en esta zona del planeta rodeada de huerta, el estudio detecta que los párvulos se mueven menos de lo deseable. Si la actividad física diaria recomendable es de más de 60 minutos al día de ejercicio moderado o vigoroso (según la Organización Mundial de la Salud), el 40% de estas niñas y estos niños no lo alcanzan. “Les falta tiempo de saltar, jugar a la pelota, correr, bailar...”, explica el coordinador del estudio, Santiago Gómez.
A cambio, entre semana el 21% se pasa ante la pantalla más de dos horas diarias, el tiempo límite según la OMS, pero el fin de semana le ocurre al 52%. “Muestra una realidad muy sedentaria en casa, que se puede romper con más baile, por ejemplo, o bajando más rato al parque”, explica Gómez.
Llama la atención de los expertos también la falta de sueño. “Si lo deseable a estas edades es que duerman entre 10 y 12 horas, de lunes a viernes hay un 16% que no llega a esas cantidades y, sorprendentemente, aún más el fin de semana, el 17%. Estos niños que duermen menos de lo que necesitan llegan sin ganas de jugar al cole, cansados, durante el día son más sedentarios y tienen más hambre, así que comerán más para obtener la energía que les exige su día”, resume Santiago Gómez.
“Por eso el Ayuntamiento integra estos resultados en la estrategia global de la ciudad”, señala la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret. “Somos un municipio privilegiado, el que tiene más hectáreas de suelo agrario, somos productores de alimento fresco de calidad a unos metros de casa, así que promovemos que se consuman estos productos que están tan al alcance en los mercados de cada barrio”.
Lo cuentan en las escuelas, intentan que llegue a las familias y anuncian con ahínco las fiestas de las alcachofas o que en los casals y cada centro de ocio donde acojan a niños en horas extraescolares haya fruta y zumos. O que en todos los restaurantes se promueva la alcachofa durante la temporada.
Para combatir la falta de actividad física también están renovando todos los juegos de los parques y plazas y montan laberintos para que al menos anden mientras descubren cómo salir. De paso, promueven el entorno de la ciudad, “rutas de bici que recorren la ribera, de caminatas, remo en el Llobregat, la montaña de Sant Ramon en familia. Es económico y ayuda a querer la ciudad”, señala la alcaldesa.
También en la escuela municipal de madres y padres les enseñan cuentos que mejoran hábitos, como la importancia del sueño en la recuperación de la energía de sus hijos .
Porque había que hacer algo. El estudio de la obesidad, titulado SantBoiSà, observa entre los niños y niñas que tienen exceso de peso un deterioro mayor de los hábitos de alimentación, de su actividad física, de las horas de pantalla y de las de sueño, tanto entre semana como sábado y domingo. También que cuando la familia tiene más nivel de estudios la prevalencia del exceso de kilos es menor. Entre familias con estudios universitarios y familias con estudios secundarios hay una diferencia de exceso del 4%. Con estudios primarios, aunque son pocas las encuestas respondidas, la diferencia es del 11%.
“El reto es como alcanzar a estas personas, y sobre todo, a la población masculina porque de momento, el 85% de las respuestas son de madres. Y los padres también actúan como espejos. Los hábitos no pueden ser incoherentes”, apunta el coordinador del estudio Santiago Gómez.
Sueño insuficiente, poco parque y peores hábitos al comer coinciden más en familias con pocos estudios