Apertura a la vasca
El foro se convoca hoy en Euskadi con una agenda más simbólica que efectiva
La comisión de transferencias entre Gobierno central y vasco se reúne en Bilbao.
Un guiño al PNV en medio de la gran inestabilidad política o algo más. La Comisión Mixta de Transferencias entre Gobierno central y vasco vive hoy una jornada histórica con su reunión en Bilbao. No sólo es la primera vez en siete años que se convoca el órgano sino que también supone su estreno en Euskadi. La reanudación del foro bilateral y el lugar elegido son una mano tendida del Ejecutivo de Pedro Sánchez al partido jeltzale justo cuando las tormentas institucionales apuntan a un anticipo electoral que causa pavor en Sabin Etxea. Y en el trasfondo aparecen las transferencias pendientes, el gran deseo vasco.
A priori, el valor simbólico de la reunión es superior al efectivo. A pesar de que la comisión vaya a romper siete años sin traspasos, las transferencias que se formalizan tienen un peso bajo y salen adelante tras un mandato del Constitucional: cinco kilómetros de la autopista AP-1 y dos líneas de tren de cercanías en Bizkaia. El gesto político, sin embargo, sí resulta relevante en el momento actual, con un PSOE haciendo equilibrios en Madrid y el PNV temiendo que la legislatura salte por los aires.
La formación vasca se opone rotundamente a una llamada anticipada a las urnas que acabaría con su posición privilegiada en el Congreso, donde sus cinco diputados tienen un poder negociador amplísimo, plasmado en el acuerdo de renovación del cupo, la moción a Rajoy o las contrapartidas presupuestarias conseguidas en las últimas cuentas. Además, los comicios se celebrarían bajo la sombra del empuje recentralizador en la derecha española.
Si la hipótesis electoral no gusta en Sabin Etxea, menos agrada todavía la posibilidad de que las elecciones generales coincidan el mismo día con las autonómicas, municipales y europeas, quedando difuminados los ámbitos locales en un calendario marcado por la pregunta de quién gobernará el Estado. En este contexto, la convocatoria de hoy remarca aún más el gesto de buena voluntad del PSOE. La duda es si puede cristalizar en algo más.
La reunión es al más alto nivel y está encabezada por la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, y el consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka. El Gobierno vasco quiere que sirva para sentar las bases de un calendario para la transferencia de las 37 competencias que reclama. Eso sí, a pesar del buen talante del interlocutor en la Moncloa, las diferencias a la hora de abordar la cuestión son patentes. El titular de Interior, Fernando GrandeMarlaska, lo dejó claro la semana pasada. El ministro rechazó de plano el traspaso de la gestión de prisiones, una de las transferencias prioritarias, junto con la Seguridad Social, para el Gobierno vasco. “No está sobre la mesa”, zanjó.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, aseguró sin embargo ante el Parlamento de Vitoria que esas declaraciones “no se corresponden con lo hablado con Sánchez”, a la vez que planteó la posibilidad de elaborar desde Euskadi una propuesta para presentar en Madrid con el fin de que se cumplimente el Estatuto de 1979.
ALTO NIVEL El encuentro está encabezado por la ministra Batet y el consejero Erkoreka
CERCANÍAS Y AUTOPISTAS Las transferencias tienen un peso escaso y llegan tras una decisión constitucional