El rap de la disidencia tailandesa
Como todo rap que se precie, sus contundentes letras no dejan títere con cabeza. “Mi país apunta con una pistola a tu cuello”, canta una de sus estrofas. “Afirma tener libertad, pero no da derecho a elegir”, clama otra de ellas. Uno tras otro, sus versos encadenan reproches contra la falta de democracia y de libertad de expresión, la corrupción, el nepotismo o las carencias en la atención médica, algunas de las críticas habituales contra la junta militar que gobierna Tailandia desde el 2014. Desde que fue colgada en YouTube a finales de octubre, el estribillo de Prathet Ku Mee (traducido como “Mi país tiene”) se ha convertido en un himno de la disidencia en Tailandia, un fenómeno sin precedentes que ha cosechado 40,7 millones de visitas y más de un millón de me gusta en un mes.
El tema, obra del grupo Rap contra la Dictadura, es todo un desafío al Gobierno militar del general Prayut Chan-ocha, acostumbrado a tratar con mano dura a quienes osen señalar sus vergüenzas. Bajo su mandato, decenas de activistas han sido detenidos y procesados, toda actividad política ha sido prohibida y la posibilidad de mantener un discurso crítico es mínima gracias a normativas como la draconiana ley contra los Delitos Informáticos, que vigila con celo extremo todo lo que se publica.
Por eso, pocos se sorprendieron cuando la policía amenazó con arrestar a los diez integrantes de este grupo musical por dañar la imagen del país y violar la ley de Delitos Informáticos. Sin embargo, sus declaraciones tuvieron un efecto contraproducente, ya que hicieron crecer la popularidad de la canción hasta el punto de que se convirtió en una misión casi imposible tratar de controlar su expansión por internet. Así lo debieron de interpretar las autoridades, que en un inusual giro decidieron dar marcha atrás asegurando que no hay delito alguno en la letra del rap y que, por lo tanto, los raperos no han vulnerado ninguna ley.
“El momento (de la publicación de la canción) fue crucial. La población está cada vez más harta y frustrada con este Gobierno militar y lleva mucho tiempo sin tener voz propia, lo que ha generado una situación explosiva”, aseguró Thitinan Pongsudhirak, director del Instituto de Seguridad y Estudios Internacionales de la Universidad de Chulalongkorn, al diario The Guardian.
Si bien los militares prometieron celebrar elecciones generales al poco de llegar al poder en el 2014 con un golpe de Estado, la junta ha ido retrasando su convocatoria hasta hace unas semanas, cuando anunció que la votación tendrá lugar en febrero del 2019. Aunque en el pasado Prayut rechazó tener ambiciones políticas, hay indicios de que sus partidarios aspiran a mantenerlo en el cargo. En septiembre, cuatro de sus ministros formaron un nuevo partido y este mismo mes el mandatario declaró que ahora sí está interesado en la política, según medios locales. Precisamente por eso, algunos analistas apuntaron que la polémica canción ha supuesto todo un reto al afán de los uniformados por ganarse el favor de la opinión pública de cara a esas elecciones: si la censuraban, se arriesgaban a molestar a un nutrido grupo de votantes; pero si la permitían, quedaban expuestas sus deficiencias y daban pie a nuevas manifestaciones artísticas de este tipo.
Quizás por eso, Prayut tomó la palabra a los pocos días de su publicación para tratar de deslegitimar las acusaciones que esos versos señalan. “¿Realmente es la vida tan difícil? ¿Es tan opresiva? ¿Soy tan dictatorial?”, se preguntó ante la prensa. Tres días después, las autoridades decidieron ir un paso más allá y presentaron un vídeo de rap titulado Tailandia 4.0 en el que se recitan las bondades del país. Sin embargo, su intento por ganarse a los amantes del género les salió rana, ya que el vídeo ha sido ampliamente ridiculizado y criticado por la mayoría de quienes lo han visto.
A cuatro meses de los comicios, pocos dudan de que se avecinan tiempos interesantes en Tailandia, como demuestran el registro de nuevos partidos o el aumento de la actividad política por todo el país. “Esta canción podría llevar a la apertura de las compuertas de la disidencia popular. Es un problema para los militares”, aseveró Pongsudhirak.
El grupo Rap contra la Dictadura
pone a prueba a la junta militar
tailandesa
“Mi país apunta con un arma a tu garganta”, dice la canción, que ya tiene 40 millones de visitas