Air Stuani
Con dos goles de cabeza en menos de dos minutos el uruguayo lidera el Pichichi
El público de Cornellà-El Prat no estaba habituado a lamentar goles visitantes. Sólo uno había ingresado el Espanyol en casa en los cinco partidos precedentes. Cristhian Stuani firmó un doblete en menos de dos minutos y se constituyó en una pesadilla para la defensa blanquiazul por tierra, mar y aire. Disputando cada balón como si fuera el último, el uruguayo contabiliza 10 goles y desbanca a Messi en el pichichi del campeonato.
Voló Stuani sobre el estadio que fue el suyo durante tres temporadas en las que dejó un legado de 29 dianas en 117 actuaciones. Nunca había marcado contra el Espanyol, pero ayer convirtió sus dos primeras oportunidades elevándose sobre los defensores para cabecear de manera profesional, inapelable. Puro delantero centro. No celebró el éxito con una euforia desmedida, tal vez en atención a su pasado españolista, aunque carece del afecto del público.
La parroquia blanquiazul no perdona que la pasada temporada Stuani le produjera una fractura de tabique nasal a David López. En la segunda vuelta, en Montilivi, el central volvió a ser víctima de la agresividad del delantero en la disputa de las pelotas aéreas y se quejó públicamente. Ayer, Stuani volvió a desplegar las alas (los brazos) en un salto con el defensa de Sant Cugat y la nariz de David López volvió a sangrar por el impacto. La acción, revisada por el VAR por si podía ser constitutiva de agresión, encendió a la grada. El abucheo fue colosal. Mientras el damnificado se retorcía de dolor en el suelo, el goleador emprendía batallas dialécticas con los adversarios, pero no se descentró. Stuani se mueve con destreza por los terrenos pantanosos. Prefiere un marcaje al hombre propenso a la disputa a disponer de espacios por descubrir. “Fue una acción de partido. Yo no tengo intención de hacerle daño, si no el VAR me habría expulsado. Él sabe que yo soy un jugador que compito mucho y él también es así”, resolvió el uruguayo al final del partido.
Terminó extenuado, puesto que en ningún momento hizo dejación de unas estrictas obligaciones defensivas, solicitando agua a Eusebio a mediados de la segunda parte. Parecía mermado Stuani, pero el técnico decidió prolongar su actuación porque después del brillo de los goles era un ejemplo en la fase de contención y trabajo gris del Girona. Cuando fue sustituido
DE HÉROE A VILLANO
TEMIBLE VISITANTE
en el 85 aplaudió a la grada, pero fue correspondido con un fuerte abucheo. Para el españolismo ha pasado de ídolo a villano.
Para el Girona, Stuani es el autor de dos tercios de los goles. Con su cuarto doblete del curso el equipo escala hasta la séptima posición igualando al Madrid. El Girona, el visitante más temible, lleva 8 meses sin caer fuera de Montilivi. Ayer asaltó el estadio más seguro del campeonato. Y Stuani como máximo realizador. “Es trabajo de todos. Si soy pichichi es porque el equipo está a un nivel muy alto. Yo, la verdad, es que me encuentro muy bien”, dijo.
El público dedicó fuertes abucheos al delantero, que militó tres temporadas en el Espanyol
El Girona, que lleva ocho meses sin caer fuera de Montilivi, saqueó el estadio más seguro de la Liga