Solari pierde encanto y Bale está en la picota
La derrota en Eibar y la forma en que se produjo han dejado a Santiago Solari muy tocado y al equipo hundido anímicamente. Fuentes de la directiva reconocen el error en la planificación de la temporada este verano y en la necesidad de una remodelación muy a fondo de una plantilla que podría tener retoques en este mismo mercado de invierno, algo que no suele ser del agrado de Florentino Pérez.
El empate entre Atlético y Barcelona alivió algo la sensación de desastre con que el equipo volvió a Madrid. En el club esperan una reacción mañana ante el Roma en la Champions, la tradicional tabla de salvación de la temporada.
El equipo volvió ayer a los entrenamientos con malas caras en una mañana muy fría. Bale es el jugador más señalado por su pobre rendimiento de los últimos meses cuando era el jugador destinado a coger la bandera del equipo sin Cristiano Ronaldo. El halo de buena suerte (cinco tiros a palo de los rivales) y decisiones acertadas que acompañaban a Solari desde su nombramiento se esfumaron en Ipurua, para todo el mundo los 90 minutos peores del curso. Pocos entienden ya las cinco suplencias seguidas de Isco. Tampoco que el equipo jugara el peor partido cuando recuperó a más jugadores o que Mariano se quedara en Madrid ante la evidente falta de gol. Se acaba el tiempo para la reacción.