Entra en prisión el agresor de una psicóloga de servicios sociales de Salt
El hombre que apuñaló el pasado viernes a una psicóloga del consorcio de Benestar Social Gironès-Salt provocándole heridas de gravedad en el abdomen ha ingresado en prisión. El agresor, de 38 años y nacionalidad marroquí, que tenía varios antecedentes por ocasionar desperfectos en edificios municipales y pinchar las ruedas de vehículos de trabajadores del centro, fue detenido una hora después del suceso por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. La víctima, de 28 años, se recupera de las lesiones en el hospital Josep Trueta de Girona. Los Mossos d’Esquadra siguen investigando el móvil de la agresión, que se produjo en la calle y a plena luz del día, cuando la trabajadora se dirigía a hacer un servicio acompañada de otra persona.
El suceso ha hecho incrementar la sensación de inseguridad de los trabajadores del consorcio, que denuncian un aumento de agresiones, insultos y amenazas en los últimos años especialmente a raíz de la crisis económica. Un hecho que ayer pusieron en conocimiento de representantes de la Generalitat durante una reunión que sirvió para arrancar el compromiso del Departament d’Afers Socials de elaborar un protocolo de riesgos que evite agresiones como la que tuvo lugar el viernes. “Es evidente que algo ha fallado y que el protocolo actual no es suficiente”, dijo la presidenta del comité de empresa del consorcio, Gemma Martínez.
El colectivo también pide más coordinación con otros estamentos como el de Interior, que permita al personal conocer los antecedentes de los usuarios y adoptar medidas de autoprotección en situaciones de riesgo. Martínez explicó que la gran mayoría de los empleados desconocía los antecedentes del agresor, que ya había provocado destrozos en el Ayuntamiento y en el edificio del consorcio y que había sido detenido dos veces, la última el pasado julio.“En ocasiones las medidas de protección de datos son garantistas, pero en otros casos suponen una barrera; hay que encontrar el equilibrio”, señaló.
Los trabajadores, que piden también un incremento de personal, no arrancaron un compromiso concreto por parte de la Generalitat en este asunto, aunque la administración catalana reconoce que municipios de gran complejidad como Salt necesitan más efectivos. Martínez considera que la ratio que fija un trabajador social por cada 5.000 vecinos y un educador por cada 7.500 son insuficientes para un municipio como Salt, que cuenta con 30.000 habitantes y una gran demanda de recursos sociales.
Ayer, más de un centenar de trabajadores del consorcio de Benestar Social Gironès-Salt se concentraron frente al Ayuntamiento de Salt para condenar el apuñalamiento y han fijado un calendario de movilizaciones que se alargará toda la semana. Cada día hasta el viernes harán un parón de un cuarto de hora a las 13.30 h (hora en la que se produjo la agresión) frente a sus centros de trabajo, y el viernes realizarán una concentración unitaria del sector de servicios sociales de rechazo a las agresiones y para denunciar la vulnerabilidad del sector que quieren hacer extensiva a toda Catalunya. Los colegios profesionales de Trabajo Social, Psicología y Educadores Sociales de Catalunya emitieron un comunicado en el que denuncian un aumento de las agresiones físicas y verbales que les lleva a trabajar “con miedo” y “angustia” y solicitaron una respuesta inmediata por parte de los poderes públicos.