El Govern y los comunes exploran el margen de acuerdo presupuestario
Aragonès se abre a estudiar la subida de impuestos que le pide el partido de Colau
El único acuerdo alcanzado ayer fue volver a verse. El primer encuentro entre la Conselleria d’Economia y el grupo parlamentario de Catalunya en Comú Podem para intentar sacar adelante los presupuestos de la Generalitat para el 2019 se saldó con un mar de declaraciones públicas destinadas a tomar posiciones y versiones contradictorias sobre lo hablado. En el aire quedaron cuestiones principales, como un posible incremento del IRPF y el impuesto de sucesiones. También la lucha contra el fraude fiscal y la posibilidad de que ERC y el PDECat reconsideren su no a las cuentas generales del Estado. O cómo planea el Govern responder a las reivindicaciones que médicos, profesores y funcionarios en general han llevado a la calle esta semana.
Mientras que el vicepresident del Govern, Pere Aragonès, se mostró optimista y aseguró que las demandas de los comunes “ya están incorporadas” en gran medida en el proyecto de presupuestos, llegando a hablar incluso de “principios de acuerdo”, Albiach calificó la reunión de “decepcionante” y lamentó que el también conseller de Economia no haya presentado “ninguna cifra, ningún documento, nada”. “No sabemos cuál es la orientación de los presupuestos de la Generalitat”, explicó Albiach, quien insistió en que, si no se producen cambios sustanciales, “no podremos aprobar las cuentas”.
El Ejecutivo catalán asume que hoy por hoy su única baza para aprobar los presupuestos son los comunes. Quizá por ello el vicepresidente del Govern quiso aparentar optimismo tras el encuentro de dos horas en la sede del Departament d’Economia y, al mismo tiempo, agasajar al grupo que lidera Jéssica Albiach en el Parlament. Primero, calificó de “positivo” el encuentro y aplaudió el tono y la predisposición de los comunes para hablar de las cuentas. Sin embargo, más que una actitud propositiva, los comunes percibieron en Aragonès meramente el ánimo de escuchar de primera mano las propuestas que los comunes ya hicieron públicas el pasado lunes. De hecho, el vicepresidente no hizo llegar ningún borrador o documento inicial o un primer esbozo sobre los números que prevé el Govern.
En segundo lugar, Aragonès aseguró que nueve de los diez puntos que los comunes reclaman ya están incorporados en el proyecto presupuestario, en el trabajo previo con los diferentes departamentos de la Generalitat. Eso sí, matizó que “aún hay diferencias en la intensidad” de estas medidas, es decir, si hay que dotarlas con más o menos dinero. “Es una buena base para continuar avanzando”, subrayó el conseller de Economia.
En este punto, citó varios ejemplos. Por lo que respecta a la financiación de las guarderías, el departamento afirmó que ya está incluida en el presupuesto, pero asumió que con los comunes “hay que acabar de definir la cantidad exacta” –la formación que lidera Ada Colau reclama 45 millones–. También dijo que la conselleria tiene posicionamientos cercanos en el desarrollo de la escuela inclusiva y en la mejora de la atención primaria, que esta semana ha protagonizado una huelga sin precedentes en Catalunya. Y en el ámbito de la seguridad, Aragonès anunció que la propuesta de presupuestos ya prevé la convocatoria de 750 plazas de Mossos d’Esquadra y de 250 del cuerpo de bomberos, además de inversiones para poner al día el material y los equipamientos.
No obstante, y pese a este optimismo, Aragonès reconoció que en la negociación con los comunes “queda mucho camino por recorrer”. Así, admitió que respecto a las propuestas fiscales –IRPF, sucesiones– el Departament d’Economia de momento sólo podía comprometerse a hacer una esti-
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