Jueces que he conocido
Mi admirada Ima Sanchís publica una entrevista en La Contra al juez Pascual Ortuño Muñoz (“Un juez debe ser humilde y saber escuchar”, 26/XI/2018), que defiende la humildad y la escucha como básicas cualidades de la judicatura, y no puedo estar más de acuerdo. También asevera que al juez se le teme o se le odia.
Llevo a mis espaldas más de quinientos casos periciales como médico y cuando empezaba sentía también temor... Ya no. Claro que alguna excepción de soberbia o intransigencia puede ser encontrada, pero mi experiencia es la de estar frente a profesionales que buscan la verdad con humanidad y mesura, en quienes confío y que incluso me defienden de la agresividad de algún abogado.
Ya no les temo, aunque el tribunal me infunde un gran respeto. Otra cuestión, en la que no estoy versado, es el ámbito donde pudiera haber sesgos políticos en la elección de magistrados. Es posible que su trayectoria o ideología pesen en lo que decidan, pero que lo hagan por su formación vital y por experiencias (son obviamente humanos) de las que deberían abstraerse. No creo que sean tan fácilmente corrompibles y las decisiones “peculiares” se deban más a lo anteriormente expuesto.
Por ello, el ciudadano medio no debe temer, y menos odiar, a sus jueces, pues lo más probable, si la vida lo pone en la tesitura, es que se encuentre con alguien que se esfuerce abnegadamente en buscar la verdad y juzgar con justicia, o al menos eso es lo que yo he visto afortunadamente como perito de parte, aun sin recibir siempre sentencias favorables.
JORGE CAMPAMÁ BOSCH
Barcelona