La Vanguardia

Demografía y economía

- Guillem López i Casasnovas Universita­t Pompeu Fabra

Todas las investigac­iones indican que España despunta en sus logros presentes y futuros en esperanza de vida. Nuevas oportunida­des (años de vida) y nuevos retos (vida a los años, libres de discapacid­ad). Sin embargo, la situación que se avecina tiene múltiples vectores para poder traducirla en bienestar. Uno muy claro es el efecto sobre la renta con la que este mayor número de años se vivirá: eso, en buena parte, tiene que ver con las pensiones.

Aunque la tasa de dependenci­a entre ocupados y jubilados no deja de bajar, las reformas están atascadas por la riña política. Ya se verá de qué pensiones disfrutamo­s. También es destacable la arista relativa al impacto sobre el gasto social: más gasto sanitario (si no se consigue que las curas paliativas dominen a las intensivas) y más gasto en curas de dependenci­a. Y quizás en educación y formación en los nuevos horizontes vitales que se abran.

Otro menos conocido que empieza a merecer la atención de las autoridade­s públicas de algunos países más desarrolla­dos que el nuestro es que el envejecimi­ento, combinado con la baja natalidad, hace que más fácilmente nuestras personas mayores acaben viviendo solas. La soledad tiene múltiples efectos: también sobre la salud, al menos para aquellos para los que no resulta una opción libremente escogida. Una cuarta derivada más incierta es la del impacto del envejecimi­ento sobre la macroecono­mía.

La verdad es que se ha criticado mucho que los modelos de los economista­s no hayan incorporad­o lo bastante bien las variables vinculadas a la demografía. Entre otros elementos eso supone postular cómo afectará al PIB: probableme­nte a la baja; pero cómo impactará sobre el bienestar

Los modelos económicos no recogen los efectos del envejecimi­ento sobre la economía

(ponemos PIB per cápita) ya no está tanto claro a la vista de qué tipo de trabajo la inteligenc­ia artificial sustituirá. ¿Y sobre el tipo de interés? Aquí las hipótesis varían: ¿ahorraremo­s más sabiendo que viviremos más tiempo? Sí, probableme­nte, pero es que los mayores suelen tener en sus cohortes más propensión marginal a consumir que a ahorrar...

Además, si la fertilidad baja quizás no hará falta ahorrar tanto... pero es que con menos necesidade­s de gasto familiar será más posible hacerlo. Aunque con menos población quizás crece menos la renta global y la capacidad de ahorro nacional baja; y eso aunque los mayores, por el hecho de contar con más riqueza acumulada a lo largo de su vida y que van liquidando en la vejez, quizás abaratan, el tipo de interés y hacen menos atractivo el ahorro. También podría ser, sin embargo, que la aversión al riesgo de la población por el miedo a ser pobres de mayores les estimule igualmente a hacerlo. Suponiendo que puedan. O sea que ni idea, y de momento contando con pocas evidencias contrastab­les. Pero seguro que de impacto por el envejecimi­ento, como con las meigas, de haberlo, haylo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain