Los ‘guardianes’ de la verdad, persona del año para ‘Time’
La revista honra a Khashoggi y a otros periodistas perseguidos
Tenían, como siempre, una variada lista de candidatos, desde Donald Trump hasta Vladímir Putin o el fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, los protagonistas de la política de separación de familias de la Casa Blanca, Christine Blasey Ford o Jamal Khashoggi. Pero cuando la revista Time se sentó para elegir a la persona del año 2018 se dio cuenta de que había “un hilo conductor en muchas de las historias del año”: la guerra contra la verdad, explicó ayer su director, Edward Felsenthal, al anunciar que el premio a sus guardianes, periodistas que “asumen grandes riesgos en su imperfecta pero esencial búsqueda de los hechos”.
En su próxima edición, la portada de la revista destacará a cuatro periodistas y una redacción, protagonistas de las últimas batallas de una guerra vieja más compleja por el efecto multiplicador de las redes sociales. Uno de ellos es Khashoggi, el disidente saudí que, hasta ser asesinado y descuartizado por agentes de su país, escribía textos de opinión en The Washington Post, luego traducidos al árabe, que denunciaban los abusos de Riad.
Time también destaca el caso de la filipina Maria Ressa, la última víctima de la represión del presidente Rodrigo Duarte por denunciar sus ejecuciones extrajudiciales y otros abusos de su guerra contra la droga; se arriesga a una condena de 10 años de cárcel por fraude fiscal. Los birmanos Wa Lone y Kyaw Soe Oo, empleados de la agencia Reuters, llevan meses entre rejas, condenados a siete años de prisión por su investigación de las matanzas contra rohinyás.
En la cuarta fotografía aparece la redacción de The Capital Gazette, un pequeño diario de Annapolis con fuertes lazos con sus lectores que este año perdió a cinco miembros en un tiroteo. 52 periodistas han sido asesinados en el 2018, destacó Felsenthal. “Nos enseñaron que los periodistas no deberían ser la noticia pero, una vez más, no tenemos elección”, afirma el turco Can Dündar, ahora asentado en Alemania.