Pequeñas vacaciones para la mente y el medio ambiente
Hay quienes utilizan las horas del trayecto en el AVE para descansar y relajarse, para lo cual la comodidad de las butacas, la oferta de ocio y los llamados Coches en Silencio son ideales. Se trata de un servicio que ofrece Renfe a los pasajeros que quieran disfrutar de un trayecto relajado y sin ruidos, para facilitar su descanso y permitirles una mayor concentración en lo que deseen hacer, ya sea leer, trabajar o, simplemente, estar.
En esos vagones no se puede hablar por teléfono, deben utilizarse auriculares para escuchar documentos de audio o vídeo con el móvil, la tablet o el portátil, tienen que silenciarse todos los dispositivos electrónicos y, si se habla, que sea brevemente y en tono bajo. Además, para mantener un ambiente relajado en el vagón, se rebaja la intensidad de la iluminación. Son unas pequeñas vacaciones para la mente. Pero utilizar el AVE también pueden ser unas pequeñas vacaciones para el medio ambiente, porque reduciremos nuestra huella de carbono. Si decidimos hacer el trayecto Barcelona - Madrid en coche, debemos saber que en un vehículo diésel, por cada litro de gasóleo que consuma a los 100 km, emite unos 26,1 g/km de dióxido de carbono (CO2). Unos 23 g/km de media en el caso de los vehículos de gasolina.
Aunque, según la Agencia Europea del Medio Ambiente, el medio que más emisiones de dióxido de carbono provoca es el avión. En el caso del tren, el 89% de los trenes de viajeros y mercancías de Renfe utiliza la electricidad como fuente de energía, de la que el 33% provenía de fuentes renovables, en 2016.