Carlos López Rodríguez
DIRECTOR ARCHIVO CORONA ARAGÓN
El director del Archivo de la Corona de Aragón, Carlos López, presentó ayer una exposición sobre los documentos más excepcionales que atesoran para conmemorar el
700.º aniversario de esta institución en Barcelona.
En 1380 el rey de Aragón Pedro el Ceremonioso ordenó pagar el sueldo de doce ballesteros que envió a Atenas para proteger la Acrópolis porque “era la más rica joya que haya en el mundo”. Este documento, que demuestra la voluntad de proteger ese monumento y no de expoliarlo como hicieron más tarde otros reinos, forma parte de la exposición organizada con motivo del 700.º aniversario del Archivo de la Corona de Aragón (ACA), uno de los más antiguos de Europa.
Toda la sede del ACA en el Palau del Lloctinent, junto a la catedral de Barcelona, se ha convertido en espacio expositivo. Pero es en la sala de la planta baja (acceso por la calle Comtes, 2) donde se han reunido los documentos más excepcionales. Y entre ellos están los tres que forman parte del Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco: las capitulaciones de Santa Fe entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón, redactadas antes de su primer viaje a las Indias en 1492; un fragmento del Comentario al Apocalipsis del Beato de Liébana, del siglo XII, y un ejemplar del Codex Calixtinus o guía de peregrinos a Santiago de Compostela, de 1173, procedente del monasterio de Ripoll.
Carlos López Rodríguez, director actual del archivo, explicó ayer que una de las grandezas de esta institución es que ha permanecido abierta desde 1318. Siempre ha estado junto a la plaza del Rei de Barcelona; primero, en la capilla de Santa Àgata del Palau Reial Major, y desde 1953, en su actual emplazamiento (durante la Guerra Civil se trasladó a Viladrau unos meses, pero volvió intacto). Tiene documentación que va desde el año 889 (documento sobre la venta de un campo cerca del río Llobregat), hasta otra más reciente. Y no para de crecer. Este mismo año el Ministerio de Cultura, de quien depende el archivo, adquirió en subasta un libro de administración de la sal cargada en el puerto de Càller (Cerdeña), de finales del siglo XIV.
Otra de las joyas es el documento fundacional de la corona aragonesa. El rey Ramiro II de Aragón informa a sus súbditos de la unión dinástica entre su hija Petronila, de un año, con el conde de Barcelona Ramon Berenguer IV en 1137. Entre las piezas que se muestran por primera vez en mucho tiempo destacan un misal de Sant Cugat, con miniaturas góticas, de 1402. Pero también obras más recientes como un plano de Gaudí de 1878, un perfil transversal de una calle del Eixample de Ildefons Cerdà de 1859 o una tarjeta de visita de Jacint Verdaguer. Una parte de estos documentos están ya digitalizados y se encuentra entre los 4,5 millones de obras consultables del ACA en el Portal de Archivos Españoles (Pares).
En el acto de inauguración de ayer estuvieron presentes el subdirector de Archivos, Severiano Hernández, y la consejera de Cultura de Baleares, Fanny Tur. La Generalitat no envió representación. El patronato del archivo, en el que además del ministerio están representadas las comunidades de Catalunya, Valencia, Aragón y Baleares, sólo se ha reunido una vez en el 2007, para su constitución.
El archivo cuenta con tres documentos que forman parte del Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco