Relevo en la danza
El director de la Compañía Nacional de Danza augura nuevo titular en el 2019
La interpretación del clásico Cascanueces mañana y pasado el Teatre-Auditori de Sant Cugat será una de las últimas piezas que interpretará la Compañía Nacional de Danza bajo la dirección de José Carlos Martínez, que finaliza su mandato el próximo agosto.
Tras su paso por el Liceu, en septiembre, con su rutilante Don Quijote, la Compañía Nacional de Danza estrena ahora en Catalunya la que es su segunda producción de ballet clásico desde que José Carlos Martínez asumiera la dirección artística. Es un navideño Cascanueces que vio la luz en Pamplona hace un mes y que ha agotado las entradas de las funciones de mañana y sábado en el Teatre-Auditori de Sant Cugat, donde la Simfònica del Vallés interpretará la partitura de Chaikovski.
Cincuenta bailarines, con solistas de la propia compañía, 140 trajes de empaque y una escenografía en forma de árbol de Navidad que se abre para dar lugar a otros espacios. Los ojos de Martínez chispean cuando avanza los detalles. Sin duda habrá estilo francés en esa versión del clásico de Petipa e Ivanov sobre el cuento de Hoffmann. “Algo de la Ópera de París y también de mi propio estilo”, puntualiza el ex étoile.
En agosto del 2019 José Carlos Martínez habrá llegado al final de su mandato, pues en el 2010 entró en vigor el estatuto de las unidades de producción y gestión artística de la CND que establece un periodo de vigencia de cinco años, con posibilidad de prórroga de tres. Ese código de buenas prácticas pone fin así a su proyecto de calzarle las puntas a una compañía que Nacho Duato redujo a contemporánea.
“Es evidente que el proyecto va a continuar –dice Martínez–, vendrá un director nuevo que va a seguir en esta misma línea, pues es la voluntad del Inaem continuar con el clásico y el contemporáneo. Y seguiré vinculado a la compañía, mis Don Quijote y Cascanueces formarán parte del repertorio y es posible que vuelva a hacer alguna coreografía más”, aseguró ayer en Sant Cugat, acompañado por la regidora de Cultura, Sílvia Solanellas, quien defendió la apuesta de la localidad por la danza y recordó que pocas ciudades en España se atreven a asumir el coste de hacer ballet con orquesta.
El director de la CND da por hecho que no habrá segunda parte, pero... ¿cabría la posibilidad de que se volviera a postular para el cargo?
“Sería otro concurso y habría que presentar un nuevo proyecto –indica–. Es el final de una etapa, habría que ver cuáles son las bases de este nuevo proyecto, cómo se va a desarrollar. Yo estoy pensando en alternativas, creo que voy a dedicar un tiempo a mi faceta de coreógrafo. Tengo proyectos de futuro, una Giselle en el Ballet de Zagreb en el 2020, y también avisos de que en Marsella, por ejemplo, están buscando director... Pero lo importante ahora es la reflexión sobre adónde quiere llegar la CND en el futuro”.
José Carlos no ignora que hay una reforma del Inaem en marcha y que se habla de una futura ley con la que gestionar la parte administrativa de otra manera. “Yo seguiría en la compañía siempre y cuando el proyecto pudiera seguir evolucionando a buen ritmo. Hasta ahora hemos ido aún más lejos de los resultados esperados, pero la CND está siendo víctima de su éxito, no podemos hacer más espectáculos porque no hay medios. Y para seguir creciendo deberían aumentarlos. Hemos formado un cuerpo de baile para poder bailar más, pero ¿va a ser una sola producción de clásico al año?”, se pregunta.
¿Qué opina de la iniciativa del Ballet Nacional de Catalunya? “Excelente, hay que apoyarla. Y no sólo en Catalunya, cada comunidad autónoma debería tener la suya. En Francia tienes el Ballet de Burdeos, el de Toulouse, Marsella... y así creas un tejido de compañías estables y cada vez hay más danza en el país”.
Sant Cugat acoge el estreno catalán del ‘Cascanueces’ con la Simfònica del Vallés tocando la partitura