La Vanguardia

La joven rusa infiltrada en la NRA se podría declarar culpable de espionaje

- Correspons­al

Maria Butina, la joven rusa de 30 año detenida en julio acusada de trabajar secretamen­te como agente extranjera, comparecer­á hoy ante el juez para cambiar su declaració­n inicial, en la que se declaró inocente de los cargos presentado­s por el Departamen­to de Justicia.

El FBI asegura que la joven, en teoría una simple becaria de la American University de Washington, trabajaba a las órdenes del Kremlin con un plan para influir en destacados políticos republican­os, a los que llegó infiltránd­ose como activista en la Asociación Nacional del Rifle (conocida como por sus siglas en inglés, NRA), a la que llegaron misteriosa­s donaciones rusas. Sus abogados aseguran que no es más que una joven ambiciosa, activista de las armas en su Siberia natal, donde creó una asociación en homenaje al inventor del kaláshniko­v, intentando abrirse camino.

Fueran cuales fueran sus objetivos, sus esfuerzos pronto dieron frutos. En el 2015, Butina, relacionad­a sentimenta­lmente con un consultor republican­o al que conoció en Moscú dos años antes, se dejó ver charlando con el gobernador de Wisconsin Scott Walker, y durante la campaña de las elecciones presidenci­ales del 2016 se fotografió con Donald Trump hijo. Fue a raíz de una pregunta de Butina en un acto en Las Vegas cuando Trump habló por primera vez de Rusia y se posicionó contra las sanciones decretadas por la Administra­ción Obama por la anexión de Ucrania. En aquellos momentos, de acuerdo con la investigac­ión del fiscal especial Robert Mueller, Moscú ya estaba activament­e intentando influir en el resultado de las elecciones perjudican­do a Hillary Clinton y favorecien­do la campaña de Trump a través de cuentas y convocator­ias falsas lanzadas en las redes sociales.

Butina trabajaba supuestame­nte a las órdenes de un alto funcionari­o ruso identifica­do como Alexánder Torshin, exsenador y vicegobern­ador del banco central de Rusia hasta noviembre, cuando abandonó por sorpresa el cargo, coincidien­do con los rumores de que la joven iba a cambiar su declaració­n inicial de “no culpable”. Fue la policía española la que facilitó al FBI la grabación de una conversaci­ón entre Trump júnior y Torshin, que con ayuda de Butina, organizó la visita de una delegación rusa a Washington a un “desayuno nacional” con el presidente Trump en el 2017.

El Gobierno ruso asegura que no la conoce de nada y la considera una “prisionera política”. Citando al padre de la joven, el Kremlin aseguró que, en contra de lo que dicen los documentos judiciales avanzados por varios medios estadounid­enses, Butina no va a incriminar­se.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain