La Vanguardia

Casado sube el tono ante Sánchez y exige que se vaya por “dignidad”

El líder del PP reclama al Gobierno un nuevo 155: “Esto no da más de sí”

- CARMEN DEL RIEGO

Dureza verbal de Pablo Casado. Como siempre. Aunque sin traspasar los límites que en el anterior debate llevó a Pedro Sánchez a romper relaciones con el líder de la oposición, por llamarle golpista. El presidente del PP cuidó ayer las formas, pero no la dureza. No llamó golpista a Sánchez, y no habló de golpe de Estado, sino de “golpe al Estado”, pero el fondo fue el mismo: “Representa al Estado que está siendo atacado por aquellos a los que debe estar en la Moncloa en una moción que sumió en la inmoralida­d al Gobierno de España”, espetó Casado a Sánchez nada más subir a la tribuna del Congreso para responderl­e.

Llamó inmoral al Gobierno, pero sin llegar a decirlo. Tampoco repitió lo de cómplice de los golpistas, pero sí dijo que “su Gobierno es responsabl­e de lo que pasa en Catalunya y de lo que deja hacer a los independen­tistas. Su gobierno cada vez es más cómplice de la situación”.

Todo porque en el debate en el Congreso sobre Catalunya Casado no vio en el presidente del Gobierno la firmeza que, a su juicio, requieren los últimos acontecimi­entos. Nada, dijo, “cuando hay un viento huracanado en Catalunya” y el resto de España pide que actúe “y que se aplique de una vez por todas el 155 para acabar con este golpe al Estado impune del que su Gobierno es responsabl­e por inacción”.

Una exigencia que Casado reitera una y otra vez y que pidió que concrete en el Consejo de Ministros que celebrará en Barcelona el día 21, alegando que “esto no da más de sí” y “su socio Torra”, como llamó al presidente de la Generalita­t, “queConstit­ución ría balcanizar España y lo que ha hecho es ulsterizar Catalunya”.

Eso en la primera parte del debate, porque, tras las réplicas de Sánchez, muy crítico con el PP por lo que considera falta de lealtad, la que él sí tuvo con el ejecutivo de Mariano Rajoy frente al procés, Casado subió aún más el tono por la acusación del líder socialista de haber utilizado el terrorismo en beneficio propio. Casado no se arredró y saltó como una hiena: “No le voy a tolerar que diga que este partido se ha aprovechad­o del terrorismo. Es una indecencia cuando el PP ha enterrado a casi 30 de los suyos”. “Lecciones de terrorismo de un partido manchado de cal viva, ni una”. Y acusación por acusación, le echó en cara la reunión de Zapatero con el líder abertzale, Arnaldo Otegi.

Casado insistió en sus críticas sobre Catalunya: “Los que desafían la son los que les mantienen en el banco azul. Usted depende de los que quieren romper España”. Y le espetó: “Tenga dignidad”. Lo mismo que dijo que es “una desfachate­z decir que yo hago demagogia con la inmigració­n”.

Acusacione­s de indecencia, indignidad, desfachate­z, a cuenta de Catalunya, pero también del Brexit y Gibraltar: “Usted capituló porque estaba en Cuba”, pero también por la situación económica y por Andalucía, a cuenta de quién puede o debe pactar o apoyar a quién, para llegar a una conclusión: no sólo hay que aplicar el 155, nombrando el Govern desde Madrid y ampliando su duración y las competenci­as intervenid­as, sino que hay que convocar elecciones “antes de que sea tarde para su partido y para su país”.

Y Casado, a quien comparan con Aznar, a punto estuvo de repetir su “Váyase señor González”. Casi lo dijo: “Convoque elecciones, váyase ya”; “ponga orden en Catalunya, y, si no, convoque elecciones y pondremos orden nosotros”. Para el líder del PP: “Su tiempo ha acabado”, como ya le han dicho en Andalucía “alto y claro”, y no sirve su política sobre Catalunya: “Quien busca el apaciguami­ento sólo encuentra confrontac­ión y humillació­n”.

El jefe de la oposición pide “poner orden en Catalunya” o ir a elecciones para que lo hagan los populares

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