La Vanguardia

Campuzano reprocha a Sánchez que deje que Vox le tuerza el discurso

- P.V.

A Carles Campuzano, portavoz parlamenta­rio del PDECat, no le gustó ni un pelo el tono amonestant­e del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el Govern de Quim Torra, en su intervenci­ón inicial, una rectificac­ión del discurso que el PSOE había mantenido desde el cambio de gobierno y que el diputado catalán atribuyó a la conmoción causada por la irrupción de Vox en el parlamento andaluz y a la pérdida de la hegemonía socialista en la región cuatro décadas después. A pesar de todo, el tono de Campuzano fue firme pero conciliado­r y evitó el tremendism­o y el ultimátum. “Ha sido un enorme error”, dijo Campuzano sobre el tono empleado por Sánchez, un error, “que va a pagar”, ya que lo conecta con nombres que encarnan con el espíritu de un socialismo ya derrotado, como Joaquín Leguina, mencionó, o Susana Díaz, lo “más antiguo y conservado­r del PSOE”.

La frase con la que cerró su primera intervenci­ón Carles Campuzano la habría firmado Pablo Iglesias, cuya tesis repetida las últimas semanas es que estamos ante una encrucijad­a política que condiciona­rá el futuro de España para las próximas décadas. Campuzano casi lo parafraseó: “Señor Sánchez, retorne al espíritu de la moción de censura, tan sólo desde ese espíritu podrá gobernar. Si no lo hace, va a entregar a las derechas la hegemonía política de España por muchas décadas”.

La receta de Campuzano para el presidente del Gobierno fue la gallardía –“coraje y valor”, dijo– ante las invectivas que ya está recibiendo para que renuncie a su apuesta por el diálogo con Catalunya. Lo contrario, que según Campuzano está en la base del fracaso político de Mariano Rajoy, lo llevará al desastre: “No se

puede gobernar España ignorando las demandas de Catalunya. Quien gobierna así, está abocado a perder”, aconsejó.

Campuzano afeó a Sánchez que tratara de “tontos y manipulado­s” a los catalanes independen­tistas y también compartió con el líder de Podemos un reproche subjetivo a la aparente actitud diletante del Gobierno respecto a su propio proyecto de presupuest­os generales del Estado: “No hemos tenido la sensación de que de verdad quieran aprobar los presupuest­os”. No fue una invitación a negociarlo­s, pero tampoco lo contrario.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain