Los Mossos cierran dos narcopisos desplazados del Raval al Poble Sec
El efecto desplazamiento se ha confirmado. Los Mossos d’Esquadra desmantelaron ayer dos narcopisos que se instalaron en el barrio del Poble Sec de Barcelona ahuyentados por la presión policial ejercida el último mes en el Raval. La macrooperación “Bacar” desplegada a finales de octubre contra una extensa red de narcotraficantes dominicanos establecida en varios pisos del Raval culminó con 59 detenciones y una treintena de pisos clausurados que significó el mayor golpe contra uno de los fenómenos que más molestias y malestar están causando en la convivencia del barrio. Pero además, a aquel operativo le sucedió otro que consiste en inundar el barrio de agentes de policía uniformados que tenían por objetivo evitar que los pisos desmantelados fueran reocupados.
La presión policial ha provocado que los traficantes busquen otras zonas donde seguir con su actividad. Y así es como cabe interpretar la aparición de dos narcopisos en un barrio como el Poble Sec que hasta la fecha se mantenía ajeno a este fenómeno. Los Mossos cerraron dos pisos de la droga que emergieron por primera vez en el barrio del Poble Sec ante las trabas que los traficantes debían sortear en el Raval. Fueron detenidas cuatro personas, dos de nacionalidad española y dos más de origen dominicano, que estarían relacionadas con los responsables de los narcopisos desmantelados en octubre.
La investigación se inició a principios de noviembre tras la alerta de los vecinos y comerciantes que detectaron un aumento de toxicómanos que acudían a los dos pisos clausurados, que estaban situados concretamente en las calles Fontrodona y Radas. Además de las comprobaciones que los agentes realizaron sobre el terreno, también se detectó en las farmacias del Poble Sec un incremento de la venta de jeringuillas que llegó a triplicarse. Finalmente, después de un mes de investigación, y bajo la tutela del juzgado de instrucción 27 de Barcelona, los Mossos procedieron ayer a la entrada y registro de los domicilios, llegando a encontrarse en su interior hasta a veinticuatro personas consumiendo drogas que fueron identificadas. Uno de los pisos fue devuelto a su propietario mientras que el otro fue precintado judicialmente.
La Guardia Urbana cifró en cerca de una veintena los narcopisos que siguen activos en el Raval.