Los jugadores del Reus deciden denunciar al club
Los jugadores del CF Reus Deportiu han decidido finalmente denunciar al club por los tres meses de sueldos impagados, lo que deja al equipo de la capital del Baix Camp con pie y medio fuera de Segunda. Si en el plazo de una semana el propietario del Reus, Joan Oliver, no encuentra el dinero necesario para pagar las nóminas correspondientes a los tres últimos meses, los jugadores quedarán libres para negociar con otros clubs y el Reus será descendido.
El vestuario roig i negre, una piña desde que el pasado agosto cinco futbolistas se quedaron sin ser inscritos por los graves problemas económicos en forma de límite salarial, ha decidido permanecer unido. Los jugadores, hartos e indignados por las promesas incumplidas de Oliver, no quieren esperar más. Si denuncian ahora a su club, en preconcurso de acreedores, y Oliver no encuentra la manera de pagar en siete días hábiles, los futbolistas podrán fichar por otro club como agentes libres en el mercado de invierno y asegurarse que terminan la temporada sin más sobresaltos.
En la actualidad el Reus tiene 16 jugadores del primer equipo con contracto en vigor pero sin sueldo desde agosto. No queda claro si los 16 podrían irse o serían un máximo de 12, como explicó la semana pasada la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles). En cualquier caso, el equipo sería descendido automáticamente a 2.ªB.
El convenio de la Liga garantiza a los jugadores impagados que denuncien que acabarán cobrando toda la ficha de la presente temporada y el 50% de la siguiente, en caso de tener contrato en vigor con el Reus. Si tienen firmada una tercera temporada, el convenio estipula que perciben el 25% de su salario.
La Liga había ofrecido a los futbolistas la posibilidad de cobrar hasta final de temporada sus sueldos íntegramente y seguir jugando en el Reus sin denunciar a su club. El vestuario ha analizado esta opción, pero la ha acabado descartando ante la falta de garantías. El propio Javier Tebas, presidente de la Liga, admitió el martes en una reunión con los afectados que no les podía asegurar que acabarían la temporada con el Reus.
Oliver, que sigue guardando silencio, ha viajado de urgencia hasta Reus para intentar encontrar una solución. Los futbolistas darán su versión en las próximas horas y anunciarán, si no hay una marcha atrás muy poco probable, su voluntad de denunciar y abandonar el club.