Crecen las condenas por maltrato
DE los últimos datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, referidos al tercer trimestre del año, destaca la confirmación de la tendencia del aumento de las sentencias condenatorias por parte de los tribunales. El concreto fueron condenatorias el 72% del total de las 10.741 sentencias dictadas contra maltratadores, con un aumento del 2,3% con respecto al mismo periodo del año anterior.
En la difícil lucha para erradicar la violencia de género es de crucial importancia que la maquinaria de la justicia no se detenga en su labor de perseguir y castigar a los culpables. Pero es fundamental que las víctimas sean capaces de denunciar la violencia de la que son objeto. En ese sentido es alentador comprobar también como las denuncias confirman su tendencia al aumento, ya que en los tres meses de verano se presentaron un total de 43.560 denuncias, lo que supone una media de 484 al día, un 2,3% más que el año pasado. Estos datos, de entrada, reflejan dos cosas: la creciente concienciación de las mujeres para librarse del maltrato, como consecuencia de la mayor sensibilización que se ha producido en la sociedad, y por supuesto la enorme gravedad del problema de la violencia de género. Que del total de denuncias sólo se haya sustanciado una cuarta parte pone en evidencia, asimismo, la necesidad de dotar con más medio sala justicia para gestionar con mayor rapidez y eficacia este tipo de denuncias, así como la necesaria protección de las víctimas cuando así lo solicitan.
De los datos facilitados ayer por el citado observatorio llama la atención el escaso número de denuncias presentadas por los familiares de las víctimas, ya que apenas llegan a un 1,4% del total. Ello pone de manifiesto la soledad con la que las mujeres deben afrontar su defensa frente al maltrato. En este sentido hay que hacer un llamamiento para una mayor implicación del entorno de las mujeres que sufren violencia de género.
No se puede bajar la guardia. La prevención ante los indicios de violencia de género es fundamental para poder atajarla a tiempo. Hay que estar alerta ya que, en demasiadas ocasiones, el desenlace es la muerte. En lo que va de año son ya 46 mujeres las que han perdido la vida a manos de sus parejas o ex compañeros sentimentales frente a las 48 del año pasado en el mismo periodo. En esas cifras, sin embargo, no se incluyen las mujeres que mueren por agresiones a manos de hombres que no son sus parejas, como es el caso del asesinato de la joven profesora Laura Luelmo, cuyo cuerpo sin vida fue descubierto ayer.
Los datos y los hechos conocidos ayer revelan, nuevamente, la dramática persistencia de la violencia contra la mujer y la necesidad de luchar contra ella con todos los medios y desde todos los ámbitos.