Alargar la legislatura
El comité de estrategia discute si endurece su posición frente a Torra
Los malos augurios electorales empujan a Podemos a defender la legislatura y la aprobación de los presupuestos.
Podemos mantendrá su empeño en alargar la legislatura, pugnar por rearmar la mayoría de la moción de censura y a ser posible aprobar un presupuesto que permita construir un relato material y político que justifique su esfuerzo de acercamiento al PSOE, y con el que la formación, en horas demoscópicas bajas, cree que puede conjurar “el giro reaccionario” que el consenso de las encuestas auguran en España.
La última reunión de Rumbo 2020, el gabinete en la sombra de Podemos –un órgano estratégico consultivo de naturaleza informal–, a la que asistieron el pasado lunes miembros de sus confluencias e IU –encarnada por su coordinador general, Alberto Garzón, y su líder andaluz, Antonio Maíllo–, así como políticos en la reserva, co mo el exlíder de los comunes Xavier Domènech, se convirtió en un intenso debate sobre el novísimo paisaje político que ha aparecido tras el cambio de rasante que han supuesto las elecciones andaluzas. En este nuevo paisaje, que rectifica la ventaja demoscópica de la suma de las izquierdas durante los meses posteriores al cambio de Gobierno, más que discutirse las presuntas responsabilidades de la pérdida de voto de Adelante Andalucía (confluencia de Podemos e IU) o la nula transferencia del voto desencantado del PSOE, que también, se debatió sobre la naturaleza del “giro nacionalconservador” y el coste que la posición mediadora en el conflicto catalán está teniendo en las expectativas electorales de Podemos y sus confluencias. En una parte del llamado Espacio del Cambio pervive una posición muy crítica no tanto con la estrategia seguida hasta ahora, como con el magro resultado que esos esfuerzos están teniendo en forzar el acercamiento de las posiciones tanto del Gobierno de Pedro Sánchez como de los independentistas. Menudean las críticas con el papel del presidente de la Generalitat, Quim Torra, cuyas últimas intervenciones públicas –en especial las alusiones a la independencia de Eslovenia– han sido percibidas como un sabotaje indeliberado o no del diálogo político. No obstante el debate y las voces críticas –o más que críticas, dolientes–, la dirección de Podemos e IU mantendrán la línea estratégica desplegada hasta ahora, redoblando esfuerzos para un entendimiento con los grupos de ERC y PDECat que le dé aire a la legislatura y desinflame la tensión política en Catalunya.
También se escucharon voces críticas con el pacto con el PSOE, que un sector interpreta como una rendición, o una institucionalización contraria a la esencia fundadora de la formación, voces, no obstante, que mantienen esta posición desde la aprobación de la moción de censura y que no hacen mella en la posición de las direcciones de Podemos e IU. Sobre las elecciones andaluzas, casi todas las intervenciones elogiaron la campaña desplegada por la joint
venture de IU y Podemos, a pesar de haber perdido tres escaños, un resultado que, con la boca pequeña, casi todos admiten que podría haber sido mucho peor, dado el decaimiento del voto progresista y la reactiva movilización del voto conservador.
Y en cuanto a la estrategia de lo inmediato, a pesar de la ambigua posición del Gobierno de Pedro Sánchez respecto al calendario, en Podemos sólo contemplan hoy dos posibles escenarios: o se aprueban los presupuestos o habrá una convocatoria electoral inmediata, en un momento de altísimo riesgo que podría alumbrar una mayoría del “bloque reaccionario”, expresión con la que Podemos alude al consorcio de las tres derechas, el PP, Ciudadanos y la emergente Vox, bajo la égida del expresidente José María Aznar. Podemos, con el proceso de primarias en marcha para prevenir el escenario más urgente, es, sin embargo, partidario de ganar tiempo y revivir la mayoría de la moción para que el cambio de gobierno ofrezca resultados políticos tangibles.